La Concejalía de Cultura del Excelentísimo Ayuntamiento de Orihuela invita a una Cumbre Gastronómica que contará con la participación de prestigiosos restauradores.
Toda la vida la mujer en la cocina haciendo realidad el milagro de la multiplicación de los panes y ahora resulta que no está en las Cumbres culinarias. Cumbre, cumbre... Cumbre de alcaldes por el agua, cumbre de alcaldes para la cultura, cumbre de países ricos... Nada que ver una cumbre con un encuentro, nada que ver una cumbre con un llano. El llano en llamas. Qué trampa es el lenguaje y qué ufanos se quedan con los emblemas de los ayuntamientos estampados en papel caro que invitan a lo más alto, a la cumbre... de hombres, por supuesto.
Reivindico una Concejalía de la Mujer que luche porque no vengan tres cocineros-restauradores a enseñarnos de cocina.
Reivindico una concejala de Cultura mínimamente formada en género.
Reivindico unos medios que ayuden a destapar la trampa que se esconde tras el hecho de que de ochos grandes modistos españoles sólo sea mujer Ágata Ruiz de la Prada. Caramba, qué coinsidensia, que dirían Les Luthiers.
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