domingo, 24 de diciembre de 2017

Vida y obra de Elena Fortún



Una mañana del 24 de diciembre estupenda. He acabado Celia, lo que dice y he conocido a Elena Fortún. Ahora sí. Ahora puedo hacerme una idea de quién era Encarnación Aragoneses Urquijo. 

Una compañera ha trabajado su biografía. Supongo que sabía de ella más que yo, pues yo tan solo había leído Oculto sendero. Pero la vida no nos dice apenas nada, nos dice la obra. Y pensaba que eso puede aplicarse a cualquier persona.


Porque es en la obra donde se nos conoce. Y tras leer tan solo una, creo estar en condiciones de afirmar que Elena Fortún no tuvo una vida tan triste como creía. Su vida está sostenida por un poder de creación que deduzco sería muy grato para ella. Tal vez no pudo vivir esa "vida plena" a la que muchas veces aludimos, pero crear un personaje como Celia, que anda suelta y se cuela en nuestras vidas porque soy/somos ella, ha de ser como quien tiene una perla -llámese don- que no puede compararse a casi nada. 

Hace poco aludía a su pesimismo o desesperanza en sus cartas a Carmen Laforet, pero ese estado de despedida no puede invalidar el todo que construye una vida.

Creo que fue María Lejárraga la que la convenció de que dejara lo de la representación de las máquinas Electrolux y se dedicara a escribir. Que las diosas bendigan a María Lejárraga por enseñarle el camino y a Elena Fortún por verlo.

Tendría carencias, es innegable, pero fuertemente compensadas por el poder de la creación.

Antes podía decir que conocía la vida, con limitaciones, de Elena Fortún; ahora puedo afirmar que conozco y amo a Elena Fortún.

Celia no nació para rescatar a Elena; Celia fue creada por Elena para rescatarnos a cada una de nosotras.

Deseando regresar.



miércoles, 6 de diciembre de 2017

Autoras inciertas




Leo este libro de Nuria Capdevilla-Argüelles, y regreso varias veces a una de sus dedicatorias. Dice así: 

"A Elena Fortún le gustaba sentarse en la Plaza de Santa Ana en Madrid. Le parecía un lugar mágico en el centro de una ciudad maravillosa.
Cuánta razón tenía... Cuánto me acompañas..."

Una y otra vez me repetía: "cuánto me acompañas..." Y es que nunca me han dejado las personas que han sido y no son; y sí son. Son porque tengo la voluntad, el deseo de que entren en mí; o tal vez entran en mí por sí solas, por una especie de corriente invisible que permite la transmisión en unos casos y provoca la desconexión en otros.

Nuria Capdevilla es una autoridad, pero no solo en cuanto al conocimiento, sino en cuanto al sentimiento, la emoción. Conjuga magistralmente, para mi gusto, ambas cosas en este libro, y deja un poso de proximidad, de verdad, que conmueve y te acerca a ella. Con el respeto que inspira una autoridad y la cercanía que inspira a la vez alguien con quien conectas en modos o maneras de decir.

Regreso a este blog muchas veces porque no puedo seguir leyendo sin un reconocimiento de la deuda contraída. En ese "cuánto me acompañas" habitan tantos nombres, tantos... que es un gozo experimentar el abrazo invisible que se produce con muchos de ellos.

Nuria Capdevilla- Argüelles, Victorina Durán, Elena Fortún, Isabel Oyarzábal, Carmen Baroja, María Goyri, Matilde Huici, Victoria Kent, Zenobia...

Mi querido Jaime...

Cuánto me acompañáis...


                                                                       "Solo la verdad es moral; la mentira es inmoral" (Victorina Durán)

miércoles, 29 de noviembre de 2017

De la Generación del 26



Llega un momento en el que una no sabe donde termina su ser individual y empieza su ser social.
"En mi hambre mando yo" contesta un jornalero andaluz al cacique que va a pedirle el voto. "En mi hambre mando yo" escribe Isabel Oyarzábal Smith en forma de novela. Y en mis ritmos, mis tiempos y mis anhelos mando yo.

Trabajamos a la Generación del 26 siguiendo la propuesta de denominación de Laura Freixas y que nos parece de lo más atinada. La pasión de cada una por la mujer elegida la transmite sin pretenderlo incluso. La última vez que nos vimos yo no pude ni hablar de la mía. Era tal el gozo de la comunicación, el entusiasmo, que no me atrevía a moverme para no romper nada. Sabía que todo esto era posible. Por eso no podía quedarme en un espacio donde ni siquiera podía plantear si "escribimos o no una carta a la prensa". "Es así" como diría Victorina Durán. Por eso el uso de otros espacios, la calle incluso. El mundo es tan inmenso...

Coordinar es trabajoso, sí, pero yo estoy íntimamente agradecida a las compañeras que han confiado en que podría hacerlo. Ahora me nutro de todas, de sus estilos, sus maneras de decir... Me resuenan frases enteras asociadas a rostros, sonrisas... Todo es amable. Y el dolor va cediendo.

Algunas personas quedaron atrás para siempre. Me sobran los motivos. Pero otras, estén donde estén, las llevo muy adentro. Y a alguna especialmente por alzar su voz cuando alrededor sólo había silencio.

Puede la ilusión a la decepción. Es así.







domingo, 19 de noviembre de 2017

Parecía tan difícil...


“Cuando a la forma primigenia de lo universal se le ponen obstáculos, entonces ésta se plasma por todas partes en su forma secundaria”.
                                                                                                                               R.W. Emerson


Leer esta cita y abrirséme un horizonte extenso y plagado de posibilidades fue todo una. Como las plantas, me dije. Si es que Todo está en las plantas, en la vida en toda sus manifestaciones. Si es que todo es lo mismo, sólo hace falta mirar con atención, no cerrarse en los límites de nuestra corta y pobre experiencia. Somos naturaleza, somos vida y la vida se expande, La vida vence.

Y aquí seguimos. El dolor retrocede y da paso a la esperanza, a la recuperación. Como las plantas. Ayer tuve que quemar muchas podas, pero sentía el fuego purificador, como parte esencial del proceso de la vida. No hay que temerlo, hay que quemar para que surja la regeneración. Sí, a veces somos capaces de reciclar, pero otras no; otras veces, sencillamente hay que quemar. Es el proceso natural de la vida.

Sigo. Seguimos. Las decepciones están ahí. Pero también el deseo de saltar sobre ellas. Me revisto de las vidas de las mujeres exiliadas, de las explotadas, de las mutiladas antes incluso de iniciar su desarrollo. Y doy gracias por levantarme cada mañana con la mente ocupada en saber más de las que ya sabemos y algo de las que no sabemos. Reconozco mi pasión,me disculpo ante mis cercanas por mis ausencias. No me he ido, estoy dentro de Oyarzábal, de V. Durán, de Concha Méndez... Estoy.


sábado, 11 de noviembre de 2017

He soñado



Me levanté, como cada mañana, a las seis. Tomé mi pastilla, miré algo en la prensa virtual,  me sentía muy cansada y muy triste -esto último ya va siendo una constante- y me acosté de nuevo. Tal vez sea porque ando corrigiendo textos y siempre que dudo me viene a la cabeza David; tal vez sea porque ayer me enteré de que ha publicado Estado de excepción y ponía a caldo a La Vanguardia por los errores cometidos; o tal vez sea por una añoranza intensa de lo que he vivido hasta ahora, cómo y con quién. El asunto es que he soñado con David Gallego Barbeyto, compañero y maestro de La Escuela de Escritores.

No ha sido gran cosa, pero me he visto junto al grupo del que formaba parte, me he visto en medio de un mundo amable al que siempre había tenido la inmensa suerte de pertenecer. Y al despertar he comprendido mucho mejor y me sentía muy bien, casi feliz.

Porque lo que he vivido este último año ha sido una pesadilla en todos los aspectos. Desconocía que una situación de maltrato pudiera arrebatarte el aire que respiras, o de silencio, o de yo no sabía nada. Pero ya pasó. 

Muchísima suerte, David. Te leeré en cuanto pueda. Todavía tengo el de Chiki en la pila de libros pendientes.Os quiero.

Miedo me da, pero os haré llegar el libro resultante de este precioso proyecto.
                                                                                            

martes, 31 de octubre de 2017

Atrapemos la energía


y llevémosla a buen puerto. Que no nos paralice, ni nos desmoralice, que no nos detenga a entender los porqués de actuaciones que hieren en medio de un silencio elocuente. Hoy, treinta y uno de octubre, amanezco con la determinación de dirigir mi pensamiento, mis palabras, mis dudas, mis anhelos a la buena gente que me rodea y que es mucha. Soy afortunada.


La amabilidad es una dimensión de la política. No es un asunto superfluo sino parte fundamental de una manera de hacer las cosas. (Marcela Lagarde de los Ríos)

Cerramos un ciclo y abrimos otro. Como diría Carmen de Burgos: "Lo hermoso es sentir la vida".
Atrás dejamos algo hermoso también. Pero El encaje en España es imposible cuando las hiladas, grosores, colores y agujas no encajan para dar continuidad a la labor.

domingo, 22 de octubre de 2017

De corazón y alma



Otra vez debo agradecer a Begoña que me dejase este libro que me ha acercado más si cabe a Elena Fortún y bastante a Carmen Laforet. "Se lee enseguida, se lee enseguida" me decía. Y así ha sido. Un domingo hermoso en cuanto a literatura y algo triste en cuanto a vida se refiere.

Miré la contraportada y leí: "Cristina Cerezales y Silvia Cerezales... " y después "hijas de Carmen Laforet" ¿Costaba tanto añadir el apellido de la madre? Es la costumbre, no tiene importancia: "las niñas no son nada" como le dijeron a Concha Méndez Cuesta mientras que a sus hermanos les preguntaban qué querían ser en la vida.

"Hoy está nublado. Aquí las nubes no vienen de arriba sino que brotan del bosque y van separándose de los pinos con esfuerzo, como si se arrancaran. De pronto todo el bosque se exalta como si brotara de él su alma y una masa blanca se adelanta hacia mi ventana dejándome dentro de una nube. Ocurre casi todos los días y a veces varias veces. Al fin sale el sol y todo se hace de oro" (Elena Fortún a Carmen.)

Pensaba en la belleza capaz de captar y transmitir espíritus sensibles, en el dolor de la separación, como si un pedazo de ti quedase en otro lugar, desgarro y liberación, dejar de ser en un medio para ser en otro.

"Ya sé que Carolina está contigo. Dile que yo sin conocerla la quiero porque te quiere y porque está a tu lado como yo querría estar. Dile que te bese de mi parte y que estando al lado tuyo te quiera un poco más de mi parte también" (Carmen Laforet a Elena)

Pensaba en la interrelación o interdependencia entre unas y otras personas. No somos seres aislados. Queremos a través de y rechazamos también a través de. Con lo que tiene de consolador (todos los fuegos el fuego) y de pérdida de nuestra individualidad. Yo apuesto por lo colectivo, pero no por un colectivo indiferenciado, sino por aquellos que sintonizan con lo que soy o aspiro a ser.

Que las diosas te protejan querida Begoña, discreta hasta para subrayar. Verás como al final todo se hace de oro.

sábado, 21 de octubre de 2017

Tenemos derecho a ser felices, a intentarlo al menos




Begoña me deja este libro. Sabe que ahora estoy, estamos en la década del 20/30, sabe qué avidez tenemos por conocer rostros, lugares anécdotas de nuestras mujeres. Descubre este libro que compró en la Residencia de Señoritas y, casi sin leerlo, me lo pasa. Están casi todas, bueno, no, eran tantas... Pero conocemos a muchas, las relacionamos, una completa a la otra con la información que posee, el entusiasmo se abre camino y el efecto multiplicador es un hecho.
"Que la vida iba en serio/uno lo empieza a comprender más tarde" nos dejó Gil de Biedma en unos versos que vas haciendo tuyos un poco más cada día, un poco más...
Y llega la determinación de ser felices, de intentarlo al menos. Decía Carmen de Burgos que lo hermoso es "sentir la vida", sentirla en todas sus dimensiones, en el placer, en el dolor, en el trabajo y el ocio...Cuántas grandes que albergaban grandes ideas, escasos prejuicios...
Tenemos derecho a ser felices, a intentarlo al menos, y para eso hemos de buscar el mejor espacio posible donde las ideas germinen y se desarrollen.Y ahí andamos.


lunes, 16 de octubre de 2017

Mujeres por Mujeres


Hemos construido un espacio amable. un espacio de formación, debate y trabajo. Sabíamos que podíamos hacerlo. El estudio, la investigación, el reconocimiento de las mujeres ignoradas por nuestra historia nos construye y nos nutre. Cada una se desarrolla en aquello que la hace vibrar. Es trabajo, entusiasmo, concreción de propuestas, respeto, color, alegría y reconocimiento a las que fueron y a las que somos. "Por lo que fueron, somos, por lo que somos, serán". Ahora trabajamos a las mujeres del Lyceum Club Femenino. Somos Mujeres por Mujeres. Nos vemos esta tarde a las 18:30h en la biblioteca María Moliner.

viernes, 13 de octubre de 2017

Qué día tan largo


¡Qué día tan largo
y qué camino tan áspero…
qué largo es todo, qué largo…
qué largo es todo y qué áspero!
En el cielo está clavado
el sol iracundo y alto;
La tierra es toda llanura, llanura, toda llanura, y en la 
      llanura… ni un árbol.

Voy tan cansado
que pienso en una sombra cualquiera. Quiero descanso, 
descanso, sólo descanso…
¡Dormir
Y lo mismo me da ya bajo un ciprés que bajo
       un álamo.

                                   León Felipe,Nueva antología rota. marzo 1975. México

domingo, 8 de octubre de 2017

Los Verdes NO "sacrifican" a Nuchi Belchí


En dos o tres días me estoy dando cuenta de muchas cosas. Por ejemplo que googleas "Nuchi Belchí" y te sale ese titular del Diario Información con el que doy título a esta entrada añadiendo el adverbio de negación. Escribo con la esperanza de contrarrestar -misión casi imposible- ese titular que en su día me dedicó el sr. Alarcón.
Le hice llegar varias veces que mi nombre era Anunciación, que para referirse a mí no utilizase el diminutivo, pero le dio igual. Lo respetó un par de veces y luego regresó a las andadas. 
Y no, Los Verdes no sacrificaron a Belchí. Pese a no profesar religión alguna esperaba un milagro que pudiese sacarme del lugar donde me había metido y cuyas reglas de juego nada tenían que ver con mi manera de estar en el mundo. Y llegó ese milagro. Llegó en forma de la sentencia del Tribunal Constitucional que invalidaba a los concejales y concejalas no adscritos. No era mi caso, pero sí el del compañero que me seguía. De manera que solo tenía que renunciar para que él entrase. Él quería entrar y yo quería salir, así de sencillo. Los Verdes, al menos los compañeros y compañeras con los que coincidí no sacrificaron a nadie. Los medios, sí. 
Pocas veces en mi vida he sentido el alivio del regreso a casa. Y esa es la verdad.

Sigo trabajando por el feminismo. Construir feminismo desde cualquier lugar, eso es lo que me mueve.

Y me voy dando cuenta de muchas, muchas más cosas.

jueves, 5 de octubre de 2017

El odio



Miren qué buena condición sigue teniendo
qué bien se conserva
en nuestro siglo el odio.
Con qué ligereza vence los grandes obstáculos.
Qué fácil para él saltar, atrapar.
No es como otros sentimientos.
Es al mismo tiempo más viejo y más joven.
Él mismo crea las causas
que lo despiertan a la vida.
Si duerme, no es nunca un sueño eterno.
El insomnio no le quita la fuerza, se la da.
Con religión o sin ella,
lo importante es arrodillarse en la línea de salida.
Con patria o sin ella,
lo importante es arrancarse a correr.
Lo bueno y lo justo al principio.
Después ya agarra vuelo.
El odio. El odio.
Su rostro lo deforma un gesto
de éxtasis amoroso.
Ay, esos otros sentimientos,
debiluchos y torpes.
¿Desde cuando la hermandad
puede contar con multitudes?
¿Alguna vez la compasión
llegó primero a la meta?
¿Cuántos seguidores arrastra tras de si la incertidumbre?
Arrastra solo el odio, que sabe lo suyo.
Talentoso, inteligente, muy trabajador.
¿Hace falta decir cuantas canciones ha compuesto?
¿Cuántas páginas de la historia ha numerado?
¿Cuántas alfombras de gente ha extendido,
en cuántas plazas, en cuántos estadios?
No nos engañemos,
sabe crear belleza:
espléndidos resplandores en la negrura de la noche.
Estupendas humaredas en el amanecer rosado.
Difícil negarle patetismo a las ruinas
y cierto humor vulgar
a las columnas vigorosamente erectas entre ellas.
Es un maestro del contraste
entre el estruendo y el silencio,
entre la sangre roja y la blancura de la nieve.
Y ante todo, jamás le aburre
el motivo del torturador impecable
y su victima deshonrada.
En todo momento, listo para nuevas tareas.
Si tiene que esperar, espera.
Dicen que es ciego. ¿Ciego?
Tiene el ojo certero del francotirador
Y solamente él mira hacia el futuro
con confianza.
Wisława Szymborska
De: “Fin y principio”, 1993
Recogido en la antología: “Saltaré sobre el fuego”
Traducción de Abel Murcia y Gerardo Beltrán
Ilustraciones Kike de la Rubia

domingo, 1 de octubre de 2017

La tristeza fundamental


El último tema tratado en mi taller de escritura versaba sobre la tristeza fundamental, y hoy, día 1 de octubre, al caer la tarde, ha pasado a ocuparme entera esa tristeza fundamental de la que nos hablaba Isa.

Nos adentra en el tema con un hermoso texto de Katerine Mansfield contenido en un cuento suyo, "El canario". Enseguida supe de qué hablaba, no necesitaba seguir leyendo. Es algo que no tiene que ver ni con la enfermedad, ni con la muerte, ni con las cosas tangibles que nos pueden pasar en la vida. Es algo más profundo y más hondo que se adentra por todos los poros de tu piel, que no puedes explicar, pero que está allí instalado desde antes de ser tú, inherente, intangible, inefable (horror de adjetivos, sí, lo siento)
El asunto es que hoy, 1 de octubre, parece que lleve todo el peso de la historia sobre mí, la pasada, la presente y la que ha de venir. Y duele. 

No es la cuestión catalana, ni tampoco lo que hemos perdido, lo que irremediablemente vamos a perder esta semana que se inicia, voluntariamente, sí, por dignidad, por hartazgo. Es esa tristeza fundamental que, sin saber muy bien porqué, esta tarde se ha mostrado como la herida abierta que es.







jueves, 28 de septiembre de 2017

Tierra de Ángeles




"Tierra de Ángeles" es una película sueca del año 2004 y dirigida por Kay Pollak. Es una película que no te deja indiferente si tienes vocación integradora, si adviertes el valor que cada persona contiene y compartes el gozo de verlo salir a la superficie.
Pollak había abandonado el cine ante el impacto que le produjo el asesinato de Olof Palme ocurrido al salir, junto a su mujer, de una película suya que participaba en el Festival Internacional de Berlín. Era el año 1986 y, como consecuencia del trauma, se retiró del cine.
Pero pasados unos años -por fortuna algunos traumas se superan- decidió regresar. Esta decisión la fue madurando cada día cuando acudía a recoger a su mujer a la salida del coro en el que participaba. Se dio cuenta que "el coro era una metáfora de la vida."
La película narra el proceso de transformación de un pueblo pequeño a raíz del regreso de un famoso director de orquesta que tras haber llegado a la cumbre de su carrera decide retirarse al lugar donde había nacido. Entre unos y otras lo convencen para que dirija el pequeño coro de la Iglesia y él acepta, pero impone o se impone una condición: deberá participar todo el pueblo.
Aparecen microhistorias, violencia de género, falta de autoestima, envidias... Pero todo será superado, integrado en multitud de voces que cantan al unísono y alumbran esa especie de sinfonía que les trasciende. La metáfora sería "todas las personas somos necesarias, el coro se enriquece con las distintas voces, les tensiones se relajan y aparece el bienestar.

Existen lugares, proyectos, ideas en las que puede darse esto. La aspiración ha de ser modesta, pero determinante: si cambiamos un poco nuestro mundo, cambiamos el mundo.

El corazón de las personas que cantan en un coro late al unísono y sus emociones se sintonizan.

No sé... Tengo la impresión de haber escrito ya la cita anterior.

La veremos en breve, por supuesto. 

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Escritura y meditación


¿Qué anda mal?  De hecho, nada en absoluto está mal, absolutamente nada. La situación es muy bella -al menos desde el punto de vista del amigo espiritual-. Pero este periodo de espera, durante el cual tratamos de terminar con algo, es en sí un error; porque un periodo de espera significa demasiada concentración en una misma, trabajar internamente en vez de trabajar hacia afuera. Hay cierta tendencia a autocentralizarse y nuestra vida psicológica, nuestro estado de ánimo, se construye alrededor de la idea de que estamos enfrascados en la actividad más importante de nuestras vidas. Esto es lo que anda mal.


Chögyam Trungpa. "Más allá del materialismo espiritual.


Hago un curso de escritura y meditación dirigido y guiado por Isabel Cañelles.


Meditación y escritura automática todo seguido a primera hora de la mañana; luego la propuesta de trabajo y dos días a la semana encuentro con los compañerxs a través de videoconferencia. Construir un personaje a través de unos cuestionarios, destacar cosas que te gustan o no, buscar sustantivos y al azar construir una historia con el primero y el último. Necesitaba este curso y me parece muy valioso para personas amantes o interesadas tanto en la escritura como en la meditación, para personas que buscan, que necesitan de la expresión, que disfrutan con ella, que necesitan entrenamiento de la mente para evitar ignorancias, apegos y rechazos que nos hacen más vulnerables.

Ya queda poquito, pero las herramientas recibidas ya son mías y puedo usarlas cada vez que quiera. Gracias, Isa.
Y gracias también a todas las personas que me han acompañado en este viaje (Joana, Pepe, Pily, Paz, Consuelo, Pilar, Garbiñe, Mikel, Susana, Rosa), que han leído mis textos, los han comentado. Ya formáis parte de mi pequeño-gran mundo.

jueves, 31 de agosto de 2017

Sobre mentiras secretos y silencios



Fue hace unos años, cuando Ana y yo asistimos al Centro Escuela La loba y allí, bajo la sugerencia de Alicia,  leí "Sobre mentiras secretos y silencios. Nunca había leído a Adrianne Rich y al regresar me compré unos libros de poemas y algún ensayo. Pero el efecto que me produjo aquel libro, el tenerlo que dejar fuera de mi alcance me produjo una especie de desasosiego que he remediado hace unos meses. Murió en 2012 y asistí a un acto en Murcia en su memoria. Ya la sabía una de las grandes, pero al leerla de nuevo estos últimos días me ha dejado un poso de admiración y complicidad que agradezco en lo más hondo.
Pienso que me seducen a la par su escritura y su honestidad. Una mujer que teniéndolo todo no tenía nada, porque eso sucede cuando respondes al mandato establecido y te olvidas de lo que tú eres en esencia.
Adrianne Rich nos enseña a pensar y, si aspiramos a una vida auténtica, nos enseña a actuar, a vivir sin miedo. También a leer, pues su capacidad de análisis, su vasto conocimiento de la historia, de las autoras que aborda nos conduce al deseo de releer de nuevo a Charlotte Bronte -simple en apariencia-, Emily Dickinson -críptica, enigmática-. Quisieras quedarte en alguna de estas mujeres y pasar de puntillas por ciertos análisis que te ayudan a un mejor ver el mundo que te rodea. Pero no caigo en esa tentación, leo con atención, subrayo, comprendo y me posiciono. Por respeto a mí, a la verdad. Salgo fortalecida.
Profundamente anticapitalista, antisistema. Sus reflexiones sobre la educación en general y la educación universitaria en particular, sus proyectos de trabajo, su rechazo a la Medalla Nacional de las Artes, durante el mandato de Clinton con una carta en la que explica los porqués, nos enseña el valor de la coherencia como principio irrenunciable.
Termina el libro con un ensayo en el que relaciona feminismo, racismo y ginofobia. El silencio que rodea la vida de las lesbianas y las negras, la distancia que separa a mujeres blancas y negras. Aborda el control que se ejerce sobre el cuerpo de las mujeres, ora fomentando la maternidad, ora la esterilización, según interese a los amos del mundo. Murió sin haber concebido en su imaginario esta monstruosidad de los vientres de alquiler.

"De nosotras se espera que mintamos con nuestros cuerpos: teñirnos, decolorarnos, desrizarnos o rizarnos el pelo, depilarnos las cejas, rasurarnos las exilas, ponernos rellenos en diferentes lugares o adornarnos con encajes, caminar con pasos cortos, esmaltarnos las uñas de los pies y las manos, y usar ropas que realcen nuestro desamparo." (Adrianne Rich)

miércoles, 2 de agosto de 2017

Oculto sendero



Otro de los libros que me han calado, de los que llevo leídos este verano, ha sido Oculto sendero de Elena Fortún. Parece ser que es autobiográfico, pero hay que ser una gran escritora para escribir cómo vives lo que vives, qué te sucede, qué anhelas... Y absolutamente siempre que lees un gran libro terminas dentro de él, en algún aspecto te reconoces ahí agazapada desde siempre y eso te hace sentir más confortada, menos sola.

Hace un par de meses asistí al acto de entrega de la Pluma de Plata a Mili Hernández, que representa a la librería Berkana, un icono afincado en Chueca por los derechos LGTBI. Mili Hernández nos contó su extrañeza desde bien pequeña al mirar un mundo en el que no se reconocía. Extrañeza, tristeza, desamparo, aislamiento. Entonces viajó a Londres -eran los años 60/70- entró a la librería Oscar Wilde- y comenzó un proceso de descubrimiento de quién era a través de los libros allí expuestos. Lo que me pasaba a mí les pasaba a otras personas, en este presente y en un pasado, nos decía. De allí fue a Nueva York y el sentido de pertenencia fue aun mayor. Nos transmitió su emoción a la vez que un reproche a la sociedad mojigata que habitamos: ¿dónde está nuestra memoria, dónde el sufrimiento, la cárcel, las palizas de tantas personas diferentes, dónde los silencios, el desprecio contenido en el mejor de los casos? Pensamos en la Memoria Histórica, tenemos una Ley de Memoria, pero sigue faltando "nuestra" Memoria. Cómo me emocionó Mili Hernández, cuánta verdad en sus palabras y cuánta insolencia había en gran parte de mi vida por mi no mirada sobre mis congéneres. Regresó a Epaña y junto a su compañera montaron Berkana. Una gran apuesta con la que ganamos todas.
Y a eso iba con Oculto Sendero. La protagonista no se identifica con la niña que es, o con lo que socialmente se espera de lo que debe ser una niña. Rechaza las puntillas, los vestidos emperifollados, los juegos de chicas, pero no sabe porqué. No tiene referentes, no tiene más que una tristeza inmensa, una madre represora y el apoyo de los libros. Llega a casarse incluso, pero el rechazo al sexo y a una vida programada en la que no cabe la expresión de un anhelo que trasciende su día a día, porque las mujeres no son ni deben ser nada, la hace infeliz. Una infelicidad sorda, resignada, doliente. Quiere ser como todo el mundo, pero no lo es. El nivel de opresión que sientes como lectora activa es insoportable a veces.
Hasta que un día alguien la pone frente al espejo de sí misma a través de las otras. Ni lo había imaginado, ni lo había concebido. Era un sendero oculto al que no había manera de llegar si no era a través de iniciadas.Y se adentra en él.
Y cierras el libro con el regocijo de que, aunque tarde, existen múltiples senderos por los que transitar. Existen, sólo hay que estar atentas y saber mirar. 

miércoles, 19 de julio de 2017

De Mª Teresa León y José Luis Ferris




Creía conocer bastante bien la vida de Mª Teresa León y cuántos errores y no pequeños contenía. Mientras daba con alguna de esas malinterpretaciones pensaba en mi vida, en la vida de las otras personas. Creemos conocerlas, creen conocernos y no es cierto. Por eso agradezco a JL Ferris que haya puesto ese empeño y dedicación en poner las palabras justas contra el olvido.

Dentro del activismo político de los dos, justo es reconocer que vivieron una situación de privilegio. La clase política se protege, eran brillantes intelectuales de izquierdas, del Partido Comunista, y siempre tenían unas manos tendidas donde quiera que fuesen. Les avalaba su compromiso, sí, pero para otros ese aval no fue suficiente. Y hablo de Miguel Hernández. Tal vez "él se lo buscó" como dijo su padre el día que venían sus amigos de su entierro; tal vez se lo buscó por tener el descaro de enfrentarse a todo un grupo, concienciado, sí, pero celebrando fiestas mientras otros morían o veían morir a compañeros en el frente. "Aquí hay mucha puta y mucho hijo de puta". Y esa fue su sentencia. No la bofetada de Mª Teresa, sino el olvido al dejarlo solo al marcharse y el olvido al elaborar una lista de compañeros que debían tener protección en la embajada chilena a cuyo frente estaba  Carlos Morla Lynch.

Otra cosa que ha regresado a mí con una virulencia intensa ha sido el recordar el comportamiento de Pablo Neruda con respecto a su hija Malva Marina nacida con hidrocefalia y rechazada por el poeta en cuanto es consciente del problema. La define como "un ser perfectamente ridículo, una especie de punto y coma, una vampiresa de tres kilos" ¿Cómo se puede salvar la vida a miles de republicanos, componer versos que ya son inmortales y rechazar así a un ser carne de tu carne? Ni siquiera la manutención, nada. Esto es una incógnita para mí. No puedo comprenderlo.

Y por último el gran Alberti, Rafael, su querido Rafael, que se dejó querer y la quiso, pero él siempre cometa y ella cola, el "feminismo de consentimiento" que diríamos ahora. Cuando enfermó, la abandonó también, era demasiado doloroso para él. Como diría B. Gimeno: qué piel tan fina.

De su producción sabemos menos de lo que deberíamos. Por ser mujer. Era buena prosista, creativa, trabajadora, multifacética -teatro, novela, cuentos, adaptaciones para el cine, radio..-

Nos dice Ferris que cuando finalmente y entre muchos convencieron a Alberti para que fuese a verla, perdida toda, perdida ella, Mª Teresa, soy yo, Rafael, ¿no me conoces...? Entonces Mª Teresa León Goyri le propinó una tremenda bofetada.




miércoles, 5 de julio de 2017

De feminismo




La vida del otro, la vida que no es nuestra, es también nuestra vida porque, sea cual fuere el sentido de nuestra vida, este se deriva  precisamente de esa sociabilidad, de ese ser que ya existe, y depende desde el principio de un mundo de otros, formado por y en un mundo social.
Cuerpos aliados y lucha política (Judith Butler)

Esta reflexión de J. Butler la he encontrado a lo largo de mi vida en muy diversas formas y por gentes muy diversas y siempre me ha conmovido. Somos también los otros y las otras. No somos nada si no somos con los otros. La interrelación es un hecho. Y el bien o el mal que hacemos o recibimos dependiendo del lugar donde estamos, también lo es.

Llega un momento en el que hay que dejar ir para reubicarte de nuevo. Y aun doliéndote de las interpretaciones ajenas hay que pasar página. Me consta que ese pasar página también tiene distintas significaciones. Yo me quedo con la mía. 

Y en el ejercicio de mi libertad intentaré la construcción de espacios en los que sentirme/sentirnos cómodas.

El feminismo lo llevo muy adentro. Siento el mismo agradecimiento por las que fueron y nos enseñaron con su ejemplo, con sus palabras, como por las que son y defienden honestamente aquello en lo que creen. Desde Cristhine de Pizán hasta Judith Butler, Victoria Sendón, Betty Friedan, Itziar Ziga, Regina de Paulas, Beatriz Gimeno, Amelia Valcárcel.. Y cuando estoy convencida de algo me gusta ver la mirada de otra persona para reafirmarme o para modificar parte de mi discurso. No me gustan los dogmas, y las consignas para las manifestaciones exclusivamente.

Nos dice nuestra querida Marcela Lagarde que nos han hecho creer que la soledad es negativa. La soledad puede definirse como el tiempo, el espacio, el estado donde no hay otros que actúan como intermediarios con nosotras mismas.

El sentimiento de soledad es angustioso y liberador a un tiempo. Hemos perdido una gran batalla porque se nos ha negado la palabra en múltiples ocasiones, se han hurtado debates, propuestas, se nos ha enjuiciado sin escucharnos siquiera. "Nada ni nadie nos alejará de nuestros objetivos" decía alguien. Perfecto, contestaban otras. Y yo pensaba que no hay objetivo mayor, más prioritario que escucharnos las unas a las otras, comprender razones o al menos intentarlo, mirarnos y acompañarnos hasta en la incomprensión. Pues no. Ahora no toca, como en política. Doce horas de activismo en la calle y ni una sola para escuchar a las compañeras. Otra manera de verlo. Otra manera de actuar: exclusión, negación, dogmas. Y este presente es consecuencia de un pasado: ya es tarde. Penosa gestión de un conflicto que se veía venir.

Al menos temporalmente y en mi caso la soledad es completamente necesaria.

Ahora sí que me voy. Felices vacaciones a la buena gente.



sábado, 1 de julio de 2017

El Orgullo por la Diversidad en Orihuela





Su amor no daña. Tu odio sí.

Ayer convocó el Círculo LGTBI de Podemos Orihuela un acto por la diversidad y el Orgullo de ser como somos o quienes somos.
Me alegraba ver a personas que militan en diferentes partidos, pero que se sumaban a una causa que debe estar por encima de todos ellos. Ojalá el año que viene convoquen el resto de partidos y asociaciones por la diversidad, por los derechos de las personas cuyas vidas son más difíciles de vivir a causa del odio que genera lo diferente. Visibilizar para normalizar es imprescindible.

"Yo era un misterio anatómico, una pregunta que quedó sin respuesta" dice el poeta Lee Mokobe.

Doy con este libro "Mujeres libres" y pienso que no soy libre, que estoy perdiendo mi libertad día a día, momento a momento. Callar por estrategia, callar por hartazgo, callar por liberarte de la toxicidad. Y mientras tanto prenden discursos cargados de mentiras, manipulaciones y juicios de valor, juicios de intenciones.

Libertad de pensamiento y libertad de expresión desde el amor. Porque el amor no daña y el odio sí.


lunes, 26 de junio de 2017

EN GRAND CENTRAL STATION ME SENTÉ Y LLORÉ



Conocí este libro a través de Laura Freixas y siempre estará ligado a ella. Porque la lectura es uno de mis mayores placeres, y agradezco referencias a autoras y a algunos autores como uno de los mayores regalos que puedo recibir. La información es poder, dicen por ahí refiriéndose al campo de la política, pero yo lo aplico al ser íntimo, único, que se alimenta de lo que más necesita y crece y se basta en soledad, incluso en soledad acompañada, por el poder de la palabra, en lo que es mi caso.
Cuando lees vas de asombro en asombro: imposible mejorar esto; pues sí, mejora y mejora con tal cantidad de imágenes que pareciese Elizabeth Smart dotada de un fondo sin fondo de palabras que brillan hasta cegarte.

"Durante tiempo fui burlada. El sentido aleteaba por encima de mi cabeza, siempre fuera de mi alcance. Ahora ha anidado en mí. Se ha hincado en el mismísimo centro del blanco. Yo amo, amo, amo...pero él es también todas las cosas: la noche, las mañanas elásticas, las altas flores de Pascua y las hortensias, los limoneros, las palmeras, las frutas y verduras en brillantes hileras, los pájaros en el pimentero, el sol en el estanque."

Elizabeth vivía en Londres cuando un día entró en una librería, abrió un libro de poemas de un tal George Barker y decidió que ése era el hombre de su vida. Lo buscó hasta dar con él, que ya estaba casado, lo cual no fue impedimento para vivir una historia que dejaría varios hijos.
Pero llegó el desamor. Y la página ciento veintisiete la inicia así: En Grand Central Station me senté y lloré. Lo que sigue es indescriptible ¿Por qué el amor y el dolor se aproximan tanto en la belleza de su expresión?

"El dolor era insoportable, pero yo no quería que terminase: era grandioso como una ópera. Iluminaba todo Grand Centra Station como un Día del Juicio Final. Tenía músculos de acero más poderosos que los de Sansón en plena lucha. Podría haberme mostrado el sueño de Dante entero. Sólo con que hubiera conseguido soportarlo.

Hace poco más de un año, en Nueva York, busqué Grand Central Station me senté y lloré. Lo sentía como mi pequeño y agradecido homenaje.

martes, 20 de junio de 2017

Jan y yo


Primero la vi en un semanal de El País y me quedé ahí, pegada, en esa especie de vacío en el que nos instalamos cuando no tenemos referentes. Miraba las fotografías de dos mujeres que podían ser yo dentro de algunos años, pero no eran yo, eran otras. Guardé aquel número en el armario donde guardo mis cosas importantes, mis cosas pendientes de comprender. Si yo os contara lo que guardo ahí…
Luego llegó mi librera feminista con su cartita mensual. Es preciosa –mi librera y sus cartitas-. Me encanta cuando entre una amalgama de libros comentados y escritos por mujeres hace un recuadro y dentro de él centra un título: los chicos también escriben. Y nos comenta siete u ocho obras de escritores con la letra reducida a ocho. “Doce a ocho”, pienso. Ganamos las mujeres, aunque sea en la letra. Es un puntazo mi librera. Me hace reír y sonreír, que las dos cosas son importantes.
Pues eso. Llegó aquella cartita mensual y dentro de ella el comentario sobre un libro: “El enigma”, de Jan Morris. En dicho comentario había rescatado una de las peticiones que Jan, cuando era muy pequeñita, bajo la mesa, mientras oraba, repetía y suplicaba: “y por favor, Señor, permite que sea una niña”.
Corrí hacia el armario donde guardo mis cosas importantes y allí estaba Jan y la que fue su mujer y ahora era su amiga. Descansaban plácidamente en una hamaca del jardín. Me faltaba agilidad en los dedos para pedir el libro, para saber de Jan, para saber qué ocurre dentro de una persona que lo tiene aparentemente todo: oficio bien remunerado, mujer, hijas e hijos, posición social, reconocimiento, respeto…y con todo esto se siente ajena a sí misma, quiere reconocerse y se embarca en busca de una identidad que no coincide con su biología. Dios era silencio, tenía que ser ella la que se ocupara.
Leí con avidez, casi sin descanso y pasé por el calvario, la valentía y la honestidad de Jan. Primero debía explicar a sus hijos, a su mujer; luego vendría su reasignación sexual con visitas médicas, hormonas, operaciones y por último enfrentarse a una sociedad que desprecia lo diferente.
Me di cuenta de la importancia de la palabra para comprender y hacernos comprender y también me di cuenta de que tal vez el mundo era mucho más diverso de lo que me habían contado. Y más hermoso.
Y Jan se hizo mujer, /de pelo largo, / ojos, / nariz y boca de mujer. Dios quedó al margen.
Y cuando terminé el libro, también yo era otra, más despierta, más sensible a lo diferente, al sufrimiento humano.
Pienso que Jan me hizo mejor persona.



jueves, 8 de junio de 2017

De la pobreza



Siempre he admirado a Leonardo Boff. Sólo he leído un libro suyo que me regaló mi hermana: Ecología. Y cada vez que puedo leo su columna semanal. Es estupendo, radical. Empiezo a moverme de sitio en el sentido del término "radical". A veces nos atribuimos etiquetas con demasiado desparpajo; otras incluso con insolencia.
Y entiendo que la raíz de prácticamente todos los males está en la pobreza. Generalmente se debe a la pobreza económica que va ligada, la mayor parte de las veces, a la pobreza intelectual, emocional. 
El desigual reparto de los recursos, la explotación, la expulsión del mercado de trabajo, la propiedad privada y la privatización de lo público es lo que lleva a las personas a sobrevivir como sea, como puedan. Denunciamos los síntomas, y casi siempre desde una situación de superioridad, pero obviamos las causas. Y la causa principal, la causa generadora de la mayor parte de los males no es sino un sistema criminal y corrupto capaz de reconvertir causas sociales y presentarlas como logros propios para maquillar en algo su voracidad.
Acerquémonos a realidades que nos quedan lejos, conozcamos historias, motivaciones, infancias, y entonces exijamos un salario digno, formación y respeto.
 La primera dignidad de las mujeres es el derecho a comer, a tener un techo, y si el Sistema se lo niega deberán procurárselo por los medios que sean. Yo también lo haría.
Leonardo Boff nos habla de la Declaración de la ilegalidad de la pobreza ante la ONU. Y yo me pregunto si servirá de algo. Declaramos la pobreza ilegal ¿y quién iría a la cárcel?
Aquí vemos parte de la oleada de despidos en el mundo ¿Hemos pensado en las tragedias de estas familias una a una?
¿Hemos pensado a qué se verán abocados hombres y mujeres?
Pues eso. Pongamos la mirada en la diana generadora de este desastre y pensemos en un mejor hacer, si es que aún podemos hacer algo.

 El ser que ha sufrido más injusticia de la creación no son las ballenas ni el oso panda de China, sino los pobres del mundo, pues estos se ven condenados a morir antes de tiempo, o los pueblos en extinción como los caiapós y los yanomamis del Brasil entre otros. De ahí el motivo insoslayable de la opción por los pobres.
                                                                                                                          Ecología. L. Boff


domingo, 4 de junio de 2017

Mi primera escuela



Llevo varios días mirando esta fotografía. Así era yo cuando llegué a mi primera escuela. Me gustaba sentarme en las escaleras y recuerdo que en una ocasión un compañero me dijo: apártate, nene. Entré a un aseo y me miré al espejo ¿Era demasiado joven, tenía aspecto de chico? Me gustaba llevar pantalones y la ropa no demasiado ajustada. Tampoco me gustaban los pendientes. No me preocupé demasiado. Era feliz y estaba enamorada de Jaime. Compartíamos ideales, amor y humor. No se podía pedir más.

Quería a mis niños -entonces ni se nos pasaba por la cabeza el lenguaje inclusivo-. Hoy pienso en Cati, Yolanda, Ana, Verónica... y reconozco la injusticia de negarlas cuando ya es demasiado tarde

¿Quién era yo, qué potencialidades tenía, por qué en mi imaginario no cabía más que la heteronormatividad o la opción sexual inmóvil, estanca? Hoy me respondo a ciertas preguntas y comprendo la intencionalidad de una educación y también cómo las gastaba esa educación a personas que no encajaban en el molde.

Lo más triste de todo es que seguimos prácticamente igual. Reconozco el recorrido, pero siento que apenas es nada para lo que nos queda.

Porque yo podría ser tú, amiga mía, amigo mío. Y al revés.


No som res si no som amb vosaltres
que no som si no sou amb nosaltres
    
                                    Lluis Lllach




miércoles, 24 de mayo de 2017

Del uso de los espacios


Recuerdo aquella conferencia de Marina Subirats sobre el uso de los espacios y recuerdo cómo abrió en mí todo un horizonte de observación y reflexión. Desde la ventana de mi aula comprobaba que, efectivamente, los chicos ocupaban el centro del espacio y las chicas los márgenes. Empecé a observarme a mí misma y me di cuenta que cuando explicaba miraba más a los chicos que a las chicas. Había que desaprender rápidamente y para equilibrar la balanza debía dar más protagonismo a las chicas, mirarlas, preguntarles, animarlas a salir y expresarse. Grande es mi agradecimiento a MarinaSubirats que empezó hablando de la faja y el velo como elementos de sujección a las mujeres y acabó metida en mi aula, en mi día a día, en mí. Me enseñó a pensar, o a mejor pensar, como tantas otras.

Hoy la tengo muy presente al ver lo fácil que resulta perder las conquistas realizadas y una de las causas primeras entiendo que es la falta de comunicación, la falta de un poner en funcionamiento la inteligencia colectiva. No es difícil si se presupone en todas el anhelo de un bien superior. Conjuntos y subconjuntos de grupos no hacen más que dividir las fuerzas y enseñarnos a recelar, a hacer juicios de intenciones, a presuponer.

No se pueden hurtar debates y en una situación de urgencia, aunque sea a medianoche. Cada momento que pasa sin abordar un problema lo enquista. Y debemos defender los espacios conquistados con resolución y elegancia. No es difícil. O sí. No lo sé.

También ayuda mucho la humildad, el pedir disculpas si una compañera se ha sentido herida cuando no había intención de herir. Ahora bien, si lo había -que todo es posible-, entonces ya no hay salida.

Hay una película "Tierra de Ángeles" que nos enseña la importancia de que todas formemos parte de un proyecto. Es posible, que en algún caso,pueda faltar alguna, pero es necesario que no perdamos de vista que ése debe ser el espíritu.

Tenemos más poder del que creemos, el asunto es para qué lo usamos.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Programación XII muestra de cine LGTBI Murcia


El Colectivo No te prives junto con la Filmoteca de la Región de Murcia han sido los encargados de programar tanto el cine como las conferencias y entrega de premios en torno a la comunidad LGTBI. No siento más que agradecimiento al ser consciente de la labor que llevan adelante para favorecer la convivencia y prevenir la lgtbifobia.


Dentro de las muchas actividades he podido asistir a la película Bar Bahar dirigida por Maysaloun Hamoud en la que nos muestra la vida de tres mujeres palestinas y sus entornos en Tel Aviv. Modernidad y tradición se funden y nos muestran una realidad que nunca la hubiese concebido así. Los estereotipos se nos cuelan por todos lados y por muy atenta que estés. Hay escenas que valen el viaje de ida y vuelta andando. Tras la violación de una de ellas las otras dos la desvisten, la duchan, la enjabonan... Una cámara lenta recoge el momento del contacto de unas manos suaves con el jabón y el agua sobre la piel en un intento por restañar la extensa herida sufrida. La escena viene y va y me sugiere el poder sanador de la amistad o la sensibilidad para respetar espacios y la determinación para hacer justicia.


Ayer fue Moonlight en la que un joven afroamericano tendrá que hacer frente a su diferencia frente a un mundo hostil y asfixiante en el que para sobrevivir tendrá que transformarse en lo que no es. Pensaba que esta realidad nos sucede a todas las personas en mayor o menor medida. El daño que sufres te lleva al aislamiento, la retirada o la transformación en alguien ajeno a ti.
Racismo, sexismo, machismo,  homosexualidad, drogas... Películas necesarias para adquirir conciencia de las muchas y difíciles maneras de estar en el mundo frente a una sociedad hostil a lo diferente.

Asistí también a la charla "El género como cuestión fluida" a cargo de María Carmen López, de Assex, una Asociación de sexualidad educativa. 
Reconozco cuánto aprendí sobre la necesidad de nombrar, porque lo que no se nombra no existe. Esto que hemos repetido tantas veces, pero que no queremos que salga de un ámbito determinado. Y hay que nombrar sin miedo y aprender a disentir con humildad.
Magníficos carteles para la visibilización de las personas transgénero, estupendo el programa que ofertan en los centros educativos, estupendo trabajo. Un orgullo pertenecer a este Colectivo.

Gracias de corazón. Volveré.

martes, 9 de mayo de 2017

Transexualidad. Respuesta a Miranda Yardley


Ayer leí el artículo de Miranda Yardley con un título definitivo: la ideología transgénero no apoya a las mujeres, seguido de una serie de recomendaciones que la ideología transgénero debería de hacer para apoyarlas. Ni por un momento cuestiona si en la discriminación que sufre este colectivo tenemos algo que ver la sociedad y la presión que se ejerce sobre lo diferente, lo no normativo.
Es por lo que expreso mi punto de vista a continuación. He recogido lo que me parece más relevante en los puntos que plantea, aunque se puede leer el artículo completo en el enlace aportado.

Punto 1
Aceptar que el feminismo y otros movimientos de mujeres no se centran, y no deberían, en la gente transgénero. En este momento, lo trans domina las discusiones e incluso provoca enormes fisuras ideológicas dentro del feminismo
El feminismo no se centra, ni debería centrarse en las mujeres transgénero. Sencillamente aceptarlas respetando su identidad y seguir adelante. Si lo trans domina las discusiones feministas es porque 1º: o bien no se acepta a las mujeres trans en los espacios feministas o 2º: las reivindicaciones de Igualdad con todos sus derivados no son tan potentes o prioritarias si dan lugar  a que sean desplazadas por la problemática trans.

El hacer referencia a la mutilación genital lo considero demagogia.

Punto 2
Aceptar que tienen un vínculo endeble con la ciencia.
La ciencia se ha limitado a patologizarlas, a catalogarlas de enfermas mentales y a proponer la cirugía para llegar a la “normalización”. ¿Aceptamos o no la diversidad?, ¿Aceptamos las identidades?, ¿al colectivo LGTBI?
¿Respetamos que cuando las personas transgénero reivindican ser lo que sienten y viven el rechazo tienen que activarse para ser visibles y respetadas como ha sucedido con cualquier otro colectivo oprimido desde que el mundo es mundo?
Considero que el movimiento feminista es un movimiento político que tiene como objetivo la transformación de la sociedad, lo cual lleva a denunciar y amparar a los grupos oprimidos, también a las mujeres trans, atrapadas por un sistema que sólo concibe un modelo binario.

Punto 3
Aceptar que sexo y género no son la misma cosa… todas las transmujeres son biológicamente machos.
¿Y? Hay niñas con pene y niños con vulva. Está defendiendo exclusivamente que la biología es lo que marca, que la biología es un destino. Está negando una realidad. Y no perdamos de vista que una mujer trans está perdiendo los privilegios  patriarcales ¿Son masoquistas estas mujeres?

Punto 4
Aceptar que el feminismo es para las mujeres y las niñas y no para las transmujeres
Niega las construcciones identitarias de un plumazo. Y el feminismo ha de respetarse a sí mismo y hacerse respetar. Con estas generalizaciones lo que hace Yardley es cosificar a las mujeres trans. Si existen ataques, se contestan; si existe un problema, se aborda, pero de entrada no podemos excluir, porque entonces seremos lo que tanto nos molesta: excluyentes.

Punto 5
Dejar de alegar que son mujeres  basados en la suposición desacreditada y sin base científica, de que hay un sexo cerebral.
No es una alegación. Es una realidad. Otra realidad que niega. El sexo está en el cerebro.
El área preóptica del hipotálamo, encargada de regular las conductas de apareamiento, tiene casi el doble de tamaño en los hombres en comparación con las mujeres, y tiene también casi el doble de células, una distinción que al parecer comienza a desarrollarse a partir de los 4 años de edad.

Punto 6
Dejar de insistir en que se borre el lenguaje apto para describir a más del 50% de la población con tal de satisfacer los frágiles egos de ese 0’3% que constituye la gente trans
Me duele leer esta idea así expresada. Parece que el “ser más” sea un argumento válido. Si la realidad cambia o una realidad negada sale a la superficie habrá que nombrarla, identificarla. En cuanto a “los frágiles egos” deberíamos preguntarnos, de ser así, si tenemos alguna responsabilidad como sociedad.

Punto 7
Reconocer que las vidas trans son diferentes de las vidas de las mujeres y que las mujeres tienen derecho a sus propios espacios
Y tanto que lo reconocen, puesto que las viven. Viene a decir: Vive tu vida como puedas, deja mis espacios y no me compliques. Otra vez las niega, las excluye, no las reconoce. También entiendo que dentro de las vidas trans existe parecida diversidad o diferencias que dentro de las vidas de las mujeres "normalizadas".

Punto 9
Aceptar que las lesbianas son mujeres que se sienten atraídas por las mujeres.
¿Acaso no aceptan que las lesbianas se sienten atraídas por mujeres? Y dentro de las lesbianas como dentro de cualquier grupo las habrá transfóbicas o no transfóbicas. Qué tiene que ver esto con la aceptación de una mujer trans?¿Acaso viene a ligarte o violarte? No reconoce a la persona.

Punto 10
Aceptar que los hombres y las mujeres son socializados de manera distinta
Sí, los hombres y las mujeres son socializados de maneras distintas, hasta ahora. Por fortuna tenemos ya un colectivo de madres y padres que detectan, apoyan y socializan a sus niños con vulva como niños y viceversa. El sufrimiento que les ha supuesto a las comunidades trans esa “socialización” es cuanto menos para comprender reacciones digamos que políticamente incorrectas.A pesar de que como dice Miquel Missé se refuerza el sistema binario negando pues la diversidad. Motivo de reflexión seria.

Punto 11.
No es aceptable que acalles todo debate que no puedes dominar
Ahí sí que estamos de acuerdo. Negar debates enquista el resentimiento y no ayuda en nada a crecer, comprendernos y comprender el mundo que nos rodea.

Punto 12.
Aceptar que la realidad es un obstáculo para que el término de la transmujer consiga hacer de las transmujeres un subconjunto de las mujeres
Entiendo que la realidad es cambiante, como el lenguaje. Nombrarse transmujeres es una manera de visibilizarse, de reivindicar derechos por conquistar. No pueden ni cambiar su nombre en el DNI si no aceptan ser enfermas mentales.

En la conclusión.
 ¿No contribuimos nosotras, la sociedad en general a que no puedan pensarse o vivirse como personas normales? ¿No es la mirada del otro la que marca cómo nos miramos? ¿No tenemos ninguna responsabilidad mujeres y hombres en este asunto?

"Tenía siete años, apenas siete años, ¡Qué siete años!¿no llegaba a cinco siquiera!
De pronto unas voces en la calle gritaron ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
"Soy acaso negra?"- me dije. Sí!
"Qué cosa es ser negra?" ¡Negra!
Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía. ¡Negra!
Y me sentí negra, ¡Negra! Como ellos decían ¡Negra!
Y retrocedí ¡Negra! Como ellos querían ¡Negra!
Y odié mis cabellos y mis labios gruesos y miré apenada mi carne tostada. Y retrocedí ¡Negra!

Me Gritaron Negra. Victoria Santa Cruz