Una familia compuesta por la madre y una niña de tres años, con unos recursos tan menguados que ni siquiera hacen declaración de la renta, ha de competir con familias de recursos medios que sí hacen la declaración de la renta con el resultado de cero a medio punto. Ésta es la consecuencia del baremo aplicado en los centros públicos que ofertan comedor escolar a niñas y niños de 3 años. Pero aún hay más: si opta a la plaza un hermano o hermana de un ex-alumno/a, otro puntito extra.
De manera que ahí tenemos a una mujer, que debe trabajar para poder comer, excluida de un sistema cínico con unos baremos injustos y con una sociedad callada. A la hija de esta esta mujer se le ha denegado el acceso en el C.P. Miguel Hernández, C.P. Fernando de Loaces y C.P. Villar Palasí, todos de Orihuela. No pongo en duda el rigor en el baremos aplicados; cuestiono ese baremo.
Sabemos que muchas veces la justicia está reñida con la legalidad; pero también sabemos que existen márgenes para defender lo más justo dentro de los límites de esa legalidad.
Tampoco está mal ese 2% de alumnado subvencionado al cien por cien para que puedan realizar las escuelas de verano. Menos es nada. Nada existe en esos centros para situaciones límite de familias excluidas.
Si partimos de una situación de desigualdad no se puede subvencionar por igual al alumnado cuyas familias ingresan mensualmente treinta veces más que otras. No debe hacerse así porque estamos fomentando esa desigualdad.
Y los titulares llenos con los trajes de Camps o la amnistía de los políticos de Mercalicante . Ya sólo nos falta la huelga de la plantilla de la contrata de basuras para que todo huela un poco peor.
Cambiar horas extras por días libres. Lo que no inventen...
No hay comentarios:
Publicar un comentario