El hecho de sacar de la cama, de manera más o menos sistemática, a nuestros mayores a las cuatro de la mañana por falta de personal es algo que debería estar en las agendas de la clase política y periodística de manera prioritaria. Es una noticia que nos debería avergonzar por lo que supone de fracaso social y, en algunos casos, familiar o personal.
He seguido las noticias el martes y apenas si hay datos. Avafurceg es la asociación que denuncia, las residencias son concertadas -cómo no-, y la administración se escuda, para variar, en que si no hay denuncia no se puede actuar. No sabemos qué empresa hay detrás, qué fondos públicos recibieron, si están o no ligadas a la administración -porque una ha leído que el sr. Cotino y familia tienen el 80% de los centros geriátricos concertados-. Y tenemos derecho a saber algo más que lo que sucede en la vida de la sra. Esteban.
Desde CC.OO. afirmaron que han recibido varias denuncias por otras incidencias. «Tenemos varios casos por desnutrición. Estos escritos están presentados ante la Inspección de Servicios Sociales y se adjunta el certificado de defunción de la persona, en la que el forense acredita la desnutrición como causa de la muerte», explicaron fuentes del sindicato.
Mientras escribo pienso en nuestros ancianos y ancianas. Hombres y mujeres que sufrieron una guerra y sus consecuencias, que nos educaron con la esperanza de que tuviésemos una vida un poco mejor y que imaginaron una vejez mucho más amable.
He seguido las noticias el martes y apenas si hay datos. Avafurceg es la asociación que denuncia, las residencias son concertadas -cómo no-, y la administración se escuda, para variar, en que si no hay denuncia no se puede actuar. No sabemos qué empresa hay detrás, qué fondos públicos recibieron, si están o no ligadas a la administración -porque una ha leído que el sr. Cotino y familia tienen el 80% de los centros geriátricos concertados-. Y tenemos derecho a saber algo más que lo que sucede en la vida de la sra. Esteban.
Desde CC.OO. afirmaron que han recibido varias denuncias por otras incidencias. «Tenemos varios casos por desnutrición. Estos escritos están presentados ante la Inspección de Servicios Sociales y se adjunta el certificado de defunción de la persona, en la que el forense acredita la desnutrición como causa de la muerte», explicaron fuentes del sindicato.
Mientras escribo pienso en nuestros ancianos y ancianas. Hombres y mujeres que sufrieron una guerra y sus consecuencias, que nos educaron con la esperanza de que tuviésemos una vida un poco mejor y que imaginaron una vejez mucho más amable.
1 comentario:
Hola, amiga. Estaba pensando en lo fácil que recuerdan algun@s polític@s la importancia de cuidar a nuestros mayores cuando se acercan unas elecciones. Desgraciadamente, hay ciudades que ni por esas...
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