...el AVE que circula entre Madrid y Sevilla a una velocidad máxima de 300 km/h (y a una velocidad media de 209 km/h), tiene una potencia de 8.800 kw: 'Este tren AVE, con ocho coches y dos cabezas motrices y que transporta 329 viajeros, consume tanta electricidad, medida en kilovatios/hora, como una ciudad de 25.000 habitantes'.
Sinceramente, no tengo una opinión clara sobre el asunto del Ave a su paso por Orihuela. Cuando ayer escuchaba en la radio que parte de la cúpula de Barceló se había desprendido, lo comparaba con esta monstruosidad en la que todo el mundo parece estar de acuerdo; cuando la otra noche, en San Juan de Dios, escuchaba a nuestra alcaldesa dar las explicaciones sobre el magnífico trabajo hecho por este Ayuntamiento y la nula respuesta y sensibilidad del ministerio, pensaba en que nos conformamos con muy poco para tirarnos a la calle o para opinar. Y no faltaba nadie de la clase política que nos representa.
...En el aspecto económico, Ecologistas en Acción afirma que la expansión de la red de Alta Velocidad provoca que se disminuya la inversión en el resto de modelos ferroviarios, que son los que más utilizan los ciudadanos. La reducción de 'talgos, intercitys, regionales y cercanías, como ha ocurrido en el AVE Madrid-Sevilla, condena a la población al uso de la carretera, con el consumo energético, la emisión de gases de efecto invernadero y la alta siniestralidad que conlleva'.
Me pregunto a quién beneficia esa modernidad, a cuánto asciende la inversión y en qué condiciones seguirá viajando la clase trabajadora, estudiantes...
Para Ecologistas en Acción es paradójico que seamos uno de los países del mundo con más infraestructuras de transporte y, entre tanto, estemos a la cola de los países desarrollados en cuanto a inversiones en sanidad, educación, investigación o atenciones sociales. Para grandes infraestructuras de transporte, de una más que dudosa rentabilidad social, siempre hay dinero, pero constantemente se racanea para estos otros aspectos, que sí marcan una importante diferencia en el bienestar de una sociedad.
Abraracurcix sólo temía que el cielo le cayera sobre su cabeza, pero claro,pensaba, eso no va a pasar mañana.
Y yo pienso en la cúpula de Barceló y en la falsa modernidad que nos venden...
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