domingo, 4 de octubre de 2009

Pagar por discriminar

No hace mucho discutía con alguien el hecho de que una institución pública subvencione por igual a niñas o niños que viven en la desigualdad. Cierto que así se termina antes, se neutraliza a las personas con capacidad de influir en la opinión pública y aquí paz y después gloria. Pero es injusto. Y una tiene derecho a esperar de sus más próximos (ideológicamente) una práctica sustentada en estos supuestos. No siempre es así y lo sabemos.
No obstante hoy leo una noticia que me reconforta. El colegio Antonio Nebrija de Cabezo de Torres -Murcia- deberá pagar por discriminar. Porque ya está bien que se cuelen bajo el paraguas de la igualdad situaciones flagrantemente injustas y discriminatorias. Se negaban a pagar la cuota voluntaria, nos dicen. Y sabemos que bajo esas inocentes palabras se está negando la posibilidad de elegir a una franja determinada de población.
Ahora iba a denunciar la política de subvenciones de la sra. Aguirre que vendría a ser el contrapunto a lo anterior, pero prefiero acabar con este vídeo y con una invitación a la esperanza y la buena marcha. Porque la vida es movimiento como decía alguien el otro día en las Jornadas.


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