La fotografía que ilustra esta pequeña reflexión corresponde al reparto de comida en Nairobi. Estuve en Nairobi hace unos meses invitada al Primer Encuentro sobre Educación organizado por la Red de Mujeres Africanas y Españolas. De todas cuantas propuestas se hicieron una de ellas me pareció que iba al fondo de la herida del analfabetismo -y del hambre también-. Fue hecha por la directora de radio ECCA y apostaba por pagar directamente a las familias que llevasen a sus hijas a la escuela. El pago directo, con parte de los fondos que gestionan las ONGS ,garantiza el alimento del cuerpo y del espíritu. El problema de las niñas es mayor que el de los chicos, por la mentalidad patriarcal y el riesgo de violación en el camino (en muchos casos por el propio maestro). Aquella propuesta fue rechazada y hoy, ante esta fotografía y el texto de Amanda Mars de el País recuerdo con extrañeza aquel encuentro. Desconozco qué cantidades se mueven en la organización de eventos que a su vez se organizan para paliar el hambre, o la educación; pero miro esta fotografía y me siento responsable en parte. Participaré en Democracia Real Ya, en los movimientos del 15 M, en las Mesas de Convergencia. Será mi aportación ante tanta barbarie consentida, auspiciada a veces, por las personas que detentan el poder y fomentada por nuestro conformismo.
Fotografía: Ricardo Gangale
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