Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener ojos en la nuca, que hay que mirar hacia adelante y no encarnizarse en reabrir viejas heridas. están perfectamente equivocados. Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad. Y luego, la justicia. Sólo así es posible el olvido verdadero.
Juan Gelmán en la entrega del Premio Cervantes en Alcalá de Henares. 23 abril 2008. Su nieta Macarena Gelmán, encontrada tras 23 años de búsqueda, escuchaba atenta a su abuelo en primera fila.
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