Darían ganas de hacer un chiste si no fuera por la trascendencia que tiene. Hoy leo que el PSOE de Torrevieja acusa a la Diputación de no recibir subvenciones. El otro día escuchaba en la radio a un grupo de la oposición decir que la foto de Mónica Lorente junto a Ripoll iba a dejar sin subvenciones a Orihuela. Y hace un par de días un diputado insinuó que el estado del hospital estaría agudizado por encontrarse la alcaldesa en otra alineación. Y pienso en cómo es posible y si el ganar unas elecciones lo justifica todo. Y me respondo que sí, que así sucede.
Toda una clase política, sindical, asesorías... dedicados a lo público a jornada completa y no hay manera de saber en qué estado, qué avances o retrocesos ha gozado o sufrido nuestro hospital Vega Baja de Orihuela desde marzo hasta hoy. Ayer, en un centro de salud, me decía una señora que tenía una cita en traumatología para el mes de febrero- la había pedido en octubre- ;para una ecografía de septiembre a febrero, decía otra; para neurología en un ambulatorio de octubre a febrero. Ésa es la realidad que me contaban mujeres en una sala de espera y nunca mejor dicho pues el médico desapareció y regresó una hora y media más tarde sin que nadie explicase las causas de esa ausencia y ese retraso.
Hoy leo El colapso de la sanidad pública valenciana y voy comprendiendo algo de este desastre de gestión y organización.
Y también las recomendaciones de retirada, amenazas veladas... Ufff, demasiadas cosas y demasiada aceptación del estado de la cuestión.
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