Llevo unos días buscando libros para un chico que los necesita. No hay nada como bucear un poco en un ámbito para darte cuenta de los intereses que esconde: dinero, siempre dinero, negocio... Y pasividad o resignación de un profesorado cansado.
Cada cuatro o cinco años las editoriales cambian formato, orden, alguna foto, texto... ISBN nuevo y ya está el negocio.
¿Qué puede haber variado un libro de física y química del año 2003 a hoy en sus contenidos? Nada.
En la era digital tenemos que ver a un alumnado cargado hasta el límite de su resistencia para que las editoriales no dejen de engordar y libros en perfecto uso para ser utilizados llenan los contenedores de papel, en el mejor de los casos. Sobredosis de medios.
Y no olvidemos que incumplen la Ley de Igualdad sin que a nadie se le mueva una pestaña.
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