Tras un verano largo y fructífero en algunos aspectos reconozco que me cuesta el regreso a la cotidianeidad. Duele comprobar que Orihuela mantiene esa connotación caciquil y desvergonzada por parte de nuestra clase política. Necesitamos personas honestas al frente de lo público y eso requiere un trabajo planificado de toda la oposición, colectivos, asociaciones... No es fácil, desde luego, pero es imprescindible si queremos mejorar esta sociedad de la que formamos parte. Un grupo en el poder no se larga porque sí y tenemos que ser capaces de desactivar las prácticas de personajes como Meseguer o Fenoll. Cuando ayer leía la conversación entre los dos me daba cuenta de lo difícil que es competir con personas sin escrúpulos. El carné de una muerta listo para que vote una viva, el yate del empresario listo para agasajar al político y esposa, la alcaldesa lista para sugerir al empresario la compra de un canal de tv, fajos de billetes de un empresario listos para entregar a un concejal de nuestro Ayuntamiento...
Demasiados listos y listas...
Demasiados listos y listas...
Por otra parte, ayer, tuve la oportunidad de comprobar el expolio que han hecho en la playa de Campoamor donde los chalés de personajes varios se plantan literalmente encima de la arena y no pasa nada ¿Cómo es posible?, nos preguntábamos.
Si esto no es mafia, o dejadez de funciones, se le parece mucho.
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