No nos queda otra que exigir a nuestro gobierno la ruptura de relaciones con Israel. Ya sabemos lo que suponen los votos y las encuestas en Israel premian el uso de la fuerza. De aquí al 10 de febrero no quiero imaginar de lo que serían capaces. Como dicen algunas voces, es hora de hablar y exigir en la calle. Aunque bien pensado, tal vez nuestros gobiernos occidentales también estén pendientes de las encuestas: si digo a, bajo 13 puntos; si digo b, subo 2. Es comprensible la tibieza en las declaraciones.
1 comentario:
Poca verguenza es la que tiene el gobierno, que vendió el 2008 un gran arseal de armas a Israel
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