Nos dice el responsable de sanidad, D. Antonio Ortiz que el hospital no se muere y que decirlo es alarmista. Nos dice que tiene números, que el 80% de personas atendidas están satisfechas y que las no atendidas pueden exigir el plan de choque si sobrepasan los 60 días.
Y yo supongo que D. Antonio descansará bien.
Para empezar, el hospital tiene, desde antes de constituirse la Plataforma, unas deficiencias graves no subsanadas. La Plataforma Vega Baja Salud no se está inventando nada, ni tiene deseo de alarmar a una población en paz con su clase política y su sistema sanitario.
A las personas no atendidas, a las que se les da cita para después de tres meses, o a las desviadas lejos de su pueblo, no se les hacen un cuestionario y hay que ser héroes para exigir individualmente un plan de choque después de tres meses de espera y cuando el estado de vulnerabilidad nos reduce a una dependencia en la que difícilmente podemos exigir nuestros derechos.
Aquí hay una política de privatizaciones a la que se llega tras periodos de dejadez y abandono de lo público. A mí, personalmente, no me sorprende esta reacción; lo que está por ver es si le sorprenderá a nuestra ciudadanía.
Tantos medios empleados en el soterramiento y en el agua para llegar a dar la espalda a una manifestación por mejores servicios públicos y por un hospital digno.
Ésta es la clase política que nos gobierna.
Se me olvidaba. Font de Mora sigue en su puesto. Hoy vendrá por aquí de inauguraciones. No ha pasado Nada. Es más, ahora quiere introducir el chino en las aulas. Estamos bien.
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