Que los vientres de alquiler suponen una expropiación más, diversificada, del cuerpo de las mujeres es cierto. Que estoy en contra de este mercadeo y de este atentado contra la dignidad de las mujeres, también. Que leo el manifiesto de Alicia Miyares: no somos vasijas y lo firmo sin titubear un ápice, así es. Que leo a Beatriz Gimeno lúcida y doliente y comparto porque siento que su voz representa la mía, también.
Pero que tras todo lo expuesto y cuando me enfrento en soledad al tiempo y energías que empleamos en estos debates y al escaso que empleamos en las causas que los provocan, veo, noto que algo falla.
Y la causa por la que, bajo mi punto de vista, pasamos de puntillas es el capitalismo criminal, desregulado y sin límite. Este sistema que se mantiene porque genera bolsas inmensas de pobreza, hambre y desesperación. Afirmaba Aristóteles que "las acciones libres son aquellas en las que no hay coacción ni ignorancia". Pues bien, compartimos, espero, que estas mujeres no son libres, no pueden serlo porque el sistema no se lo permite, más bien diría que son necesarias para el sistema. No somos lo bastante contundentes y comprometidas contra el capitalismo. Incluso hablar de pobreza me parece algo vago. Hablemos del hambre y de lo que tú o yo haríamos o no haríamos para colmar esa necesidad básica. Y después analicemos si en la mayoría de los casos los debates no vienen faltos de una pared maestra.
Soy feminista, y por consiguiente anticapitalista ¿ Estamos todas en ese espacio? Porque me parece urgente que los debates no surjan aislados, sino señalando a este monstruo que nos devora y que todo le parece insuficiente para mantenerse a sí mismo.
Al día de hoy, y en demasiados espacios, no me sale un "nosotras".
1 comentario:
Totalmente de acuerdo contigo, lo q me temo es w se va s imponer..Taller leí q una actriz d Hooliweof ya quiere tener un hijo así, para q no se le estropee el cuerpo
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