Ha sido un fin de semana intenso, pero he de reconocer que coronado por un acto que necesitaba íntimamente desde hace tiempo. Porque desde hace tiempo reconozco que son demasiados discursos teóricos y eso nos lleva a relegar lo urgente. Y lo urgente es hacerle frente a un sistema criminal, corrupto instalado en unas democracias pervertidas con unos gobiernos cómplices o convencidos de que no se puede modificar el "estado de la cuestión". Ver la prensa es frustrante, Tras cada noticia, foto denuncia, escándalo manifiesto me quedo con un ¿y...? Y tras ese interrogante estoy pidiendo, necesitando alternativas, maneras de resistir, de hacer frente, de ser capaces de poner la mirada en el sitio exacto.
Y ese acto tuvo lugar ayer, con una conferencia europea que, impulsada por Podemos, que bajo el título de Puentes, no muros, pretende buscar alternativas a la austeridad y la xenofobia en todas sus formas.
El que se hablara del hambre, de la pobreza en todos los países de la tierra, de la responsabilidad de una élites deshumanizadas, de que "necesitamos un movimiento transnacional de solidaridad" (Winni Wong EE UU); que se reflexionara sobre cómo el fascismo está aumentando en Europa por unas "campañas venenosas que no se habían dado desde la Segunda Guerra Mundial" (Owen Jones- Reino Unido-) me hacía sentir esperanzada y ya sabemos que La esperanza es poder. No hay tiempo, es un 1% frente al 99% y está ganando ese 1%.
Se trata de impulsar una Internacional Democrática para conseguir una Europa que:
- Cuestione y desobedezca los Tratados que imponen austeridad social.
- Apueste por un nuevo marco político y normativo que ponga los derechos, la justicia social, el planeta y a quienes lo habitan en el centro de la actividad económica.
- Despliegue políticas favorables al mundo del trabajo, remunerado o no, los derechos sociales y los servicios públicos universales y democráticos.
- Instaure un sistema fiscal progresivo y redistributivo que acabe con los paraisos fiscales dentro y fuera de Europa.
- Audite las deudas públicas y legítimas y reconduzca las inversiones militares y securitarias a programas sociales y sostenibles que pongan bases de un nuevo modelo productivo.
- Construya instituciones supranacionales plenamente democráticas y participadas, garantice el reconocimiento y la soberanía de los pueblos e impulse políticas de convergencia reales en favor de las regiones y sujetos sociales actualmente subordinados.
- Dé un giro de 180 grados a la acción exterior europea poniendo la paz, la justicia social y climática y los Derechos Humanos en el centro y no los intereses comerciales y empresariales de una minoría privilegiada.
- Actúe sobre las causas que provocan las emigraciones forzadas y garantice el derecho universal a migrar y la libre circulación de personas independientemente de su origen.
- Combata la islamofobia, LGTBIfobia, misoginia, xenofobia y cualquier otra forma de autoritarismo y discriminación en sus vertientes institucional, social o política.
Estoy convencida de que éste es el discurso, un discurso en el que creo.
1 comentario:
Gracias por el envío. Hace falta más gente como tú, optimista y c.ideas claras,pq la paz, justicia, un mundo habitable, de todos y para todas personas parece utópico ahora donde solo importa el consumo y la banalidad. Un abrazo
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