sábado, 25 de febrero de 2012

Del tripartito en Orihuela

Me desagrada profundamente la política tal y como la observo, me parece un espacio inmenso de cotilleo en el que se alimenta lo peor que nos conforma. No obstante, y a la vez considero que no podemos pasar de ella. Es como un deber de ciudadanía al que deberíamos dedicarle algunos años; y también de paso aprenderíamos a ver lo fácil que es criticar desde una posición ajena a los conflictos.

Estoy cansada de las críticas que se vierten sobre Los Verdes ante la modificación del discurso mantenido en algunos aspectos cuando eran oposición, así como si la responsabilidad de gobernar hubiese recaído exclusivamente en este grupo. Duele tener que explicar algo tan sencillo, pero parece que es necesario. Formar parte de un gobierno a tres, o a cuatro, implica renunciar, negociar, consensuar..., o de otra manera sería imposible la gobernabilidad. Lo sabíamos la noche misma de las elecciones, cuando a la vista de los resultados empezábamos a acariciar la idea de entrar al Ayuntamiento. Sabíamos lo que nos separaba de otros, pero también la representación que el pueblo nos había dado, y por tanto sabíamos que tendríamos que ceder en diferentes cuestiones por una elemental cultura democrática. De manera que asumimos este reto por responsabilidad. Ha sido nuestro alcalde, Monserrate Gullén, el que con su carácter afable y conciliador ha facilitado este escenario.
Así pues, dejen de hablar de incoherencias y empiecen a hablar de responsabilidad de un grupo y de un alcalde que debe representar a toda la ciudadanía.

jueves, 9 de febrero de 2012

sábado, 4 de febrero de 2012

De política

Demasiadas cosas están sucediendo como para seguir callada. La victoria de la derecha ya empieza a notarse: supresión de EpC en las centros educativos, vuelta a la ley de supuestos en lugar de la ley de plazos, copago en justicia, en sanidad, ¿tiene sentido que un enfermo crónico viva gratis del sistema? La noticia me pareció de tal calado que pasé el día de ayer sobrecogida. No sé qué estarían dispuestos a hacer, pero sí sé que dependerá del inmovilismo de la ciudadanía. Empezaron con el desprestigio a los sindicatos, lo cual les dejaría las manos mucho más libres, aunque con esta mayoría otorgada no necesitan de nadie.

Han pasado cuatro años despotricando contra Educación para la Ciudadanía en base a un libro que se titula así, pero que nada tiene que ver con los libros de texto homologados. Los autores, ya en el prólogo de la segunda edición -que es la que yo poseo- explican la manipulación de la que están siendo objeto por parte de la derecha y del boicot en determinados e influyentes medios de las cartas que envían.

Leo a Beatriz Gimeno y me parece imprecindible estar al tanto de sus análisis y reflexiones. Lúcida, comprometida y clara a veces llego a pensar si no seremos demasidas voces insistiendo en lo mismo, pero enseguida me digo que no, que tal vez sea el pudor de las gentes sensatas lo que ha determinado el panorama actual.

En cuanto a nuestro municipio he de reconocer el esfuerzo de gobernar con estas características, aunque también la frustración ante medidas que no comparto. El arte de lo posible me lleva demasiado a menudo a pensar si lo posible es lo que es o podría ser otra cosa en base a otros comportamientos, otras negociaciones, otra manera de resistir con la cuerda tensada.

"Los que están tan locos como para pensar que pueden cambiar el mundo… son los que lo consiguen” (Steve Jobs)