jueves, 28 de septiembre de 2017

Tierra de Ángeles




"Tierra de Ángeles" es una película sueca del año 2004 y dirigida por Kay Pollak. Es una película que no te deja indiferente si tienes vocación integradora, si adviertes el valor que cada persona contiene y compartes el gozo de verlo salir a la superficie.
Pollak había abandonado el cine ante el impacto que le produjo el asesinato de Olof Palme ocurrido al salir, junto a su mujer, de una película suya que participaba en el Festival Internacional de Berlín. Era el año 1986 y, como consecuencia del trauma, se retiró del cine.
Pero pasados unos años -por fortuna algunos traumas se superan- decidió regresar. Esta decisión la fue madurando cada día cuando acudía a recoger a su mujer a la salida del coro en el que participaba. Se dio cuenta que "el coro era una metáfora de la vida."
La película narra el proceso de transformación de un pueblo pequeño a raíz del regreso de un famoso director de orquesta que tras haber llegado a la cumbre de su carrera decide retirarse al lugar donde había nacido. Entre unos y otras lo convencen para que dirija el pequeño coro de la Iglesia y él acepta, pero impone o se impone una condición: deberá participar todo el pueblo.
Aparecen microhistorias, violencia de género, falta de autoestima, envidias... Pero todo será superado, integrado en multitud de voces que cantan al unísono y alumbran esa especie de sinfonía que les trasciende. La metáfora sería "todas las personas somos necesarias, el coro se enriquece con las distintas voces, les tensiones se relajan y aparece el bienestar.

Existen lugares, proyectos, ideas en las que puede darse esto. La aspiración ha de ser modesta, pero determinante: si cambiamos un poco nuestro mundo, cambiamos el mundo.

El corazón de las personas que cantan en un coro late al unísono y sus emociones se sintonizan.

No sé... Tengo la impresión de haber escrito ya la cita anterior.

La veremos en breve, por supuesto. 

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Escritura y meditación


¿Qué anda mal?  De hecho, nada en absoluto está mal, absolutamente nada. La situación es muy bella -al menos desde el punto de vista del amigo espiritual-. Pero este periodo de espera, durante el cual tratamos de terminar con algo, es en sí un error; porque un periodo de espera significa demasiada concentración en una misma, trabajar internamente en vez de trabajar hacia afuera. Hay cierta tendencia a autocentralizarse y nuestra vida psicológica, nuestro estado de ánimo, se construye alrededor de la idea de que estamos enfrascados en la actividad más importante de nuestras vidas. Esto es lo que anda mal.


Chögyam Trungpa. "Más allá del materialismo espiritual.


Hago un curso de escritura y meditación dirigido y guiado por Isabel Cañelles.


Meditación y escritura automática todo seguido a primera hora de la mañana; luego la propuesta de trabajo y dos días a la semana encuentro con los compañerxs a través de videoconferencia. Construir un personaje a través de unos cuestionarios, destacar cosas que te gustan o no, buscar sustantivos y al azar construir una historia con el primero y el último. Necesitaba este curso y me parece muy valioso para personas amantes o interesadas tanto en la escritura como en la meditación, para personas que buscan, que necesitan de la expresión, que disfrutan con ella, que necesitan entrenamiento de la mente para evitar ignorancias, apegos y rechazos que nos hacen más vulnerables.

Ya queda poquito, pero las herramientas recibidas ya son mías y puedo usarlas cada vez que quiera. Gracias, Isa.
Y gracias también a todas las personas que me han acompañado en este viaje (Joana, Pepe, Pily, Paz, Consuelo, Pilar, Garbiñe, Mikel, Susana, Rosa), que han leído mis textos, los han comentado. Ya formáis parte de mi pequeño-gran mundo.