miércoles, 19 de julio de 2017

De Mª Teresa León y José Luis Ferris




Creía conocer bastante bien la vida de Mª Teresa León y cuántos errores y no pequeños contenía. Mientras daba con alguna de esas malinterpretaciones pensaba en mi vida, en la vida de las otras personas. Creemos conocerlas, creen conocernos y no es cierto. Por eso agradezco a JL Ferris que haya puesto ese empeño y dedicación en poner las palabras justas contra el olvido.

Dentro del activismo político de los dos, justo es reconocer que vivieron una situación de privilegio. La clase política se protege, eran brillantes intelectuales de izquierdas, del Partido Comunista, y siempre tenían unas manos tendidas donde quiera que fuesen. Les avalaba su compromiso, sí, pero para otros ese aval no fue suficiente. Y hablo de Miguel Hernández. Tal vez "él se lo buscó" como dijo su padre el día que venían sus amigos de su entierro; tal vez se lo buscó por tener el descaro de enfrentarse a todo un grupo, concienciado, sí, pero celebrando fiestas mientras otros morían o veían morir a compañeros en el frente. "Aquí hay mucha puta y mucho hijo de puta". Y esa fue su sentencia. No la bofetada de Mª Teresa, sino el olvido al dejarlo solo al marcharse y el olvido al elaborar una lista de compañeros que debían tener protección en la embajada chilena a cuyo frente estaba  Carlos Morla Lynch.

Otra cosa que ha regresado a mí con una virulencia intensa ha sido el recordar el comportamiento de Pablo Neruda con respecto a su hija Malva Marina nacida con hidrocefalia y rechazada por el poeta en cuanto es consciente del problema. La define como "un ser perfectamente ridículo, una especie de punto y coma, una vampiresa de tres kilos" ¿Cómo se puede salvar la vida a miles de republicanos, componer versos que ya son inmortales y rechazar así a un ser carne de tu carne? Ni siquiera la manutención, nada. Esto es una incógnita para mí. No puedo comprenderlo.

Y por último el gran Alberti, Rafael, su querido Rafael, que se dejó querer y la quiso, pero él siempre cometa y ella cola, el "feminismo de consentimiento" que diríamos ahora. Cuando enfermó, la abandonó también, era demasiado doloroso para él. Como diría B. Gimeno: qué piel tan fina.

De su producción sabemos menos de lo que deberíamos. Por ser mujer. Era buena prosista, creativa, trabajadora, multifacética -teatro, novela, cuentos, adaptaciones para el cine, radio..-

Nos dice Ferris que cuando finalmente y entre muchos convencieron a Alberti para que fuese a verla, perdida toda, perdida ella, Mª Teresa, soy yo, Rafael, ¿no me conoces...? Entonces Mª Teresa León Goyri le propinó una tremenda bofetada.




miércoles, 5 de julio de 2017

De feminismo




La vida del otro, la vida que no es nuestra, es también nuestra vida porque, sea cual fuere el sentido de nuestra vida, este se deriva  precisamente de esa sociabilidad, de ese ser que ya existe, y depende desde el principio de un mundo de otros, formado por y en un mundo social.
Cuerpos aliados y lucha política (Judith Butler)

Esta reflexión de J. Butler la he encontrado a lo largo de mi vida en muy diversas formas y por gentes muy diversas y siempre me ha conmovido. Somos también los otros y las otras. No somos nada si no somos con los otros. La interrelación es un hecho. Y el bien o el mal que hacemos o recibimos dependiendo del lugar donde estamos, también lo es.

Llega un momento en el que hay que dejar ir para reubicarte de nuevo. Y aun doliéndote de las interpretaciones ajenas hay que pasar página. Me consta que ese pasar página también tiene distintas significaciones. Yo me quedo con la mía. 

Y en el ejercicio de mi libertad intentaré la construcción de espacios en los que sentirme/sentirnos cómodas.

El feminismo lo llevo muy adentro. Siento el mismo agradecimiento por las que fueron y nos enseñaron con su ejemplo, con sus palabras, como por las que son y defienden honestamente aquello en lo que creen. Desde Cristhine de Pizán hasta Judith Butler, Victoria Sendón, Betty Friedan, Itziar Ziga, Regina de Paulas, Beatriz Gimeno, Amelia Valcárcel.. Y cuando estoy convencida de algo me gusta ver la mirada de otra persona para reafirmarme o para modificar parte de mi discurso. No me gustan los dogmas, y las consignas para las manifestaciones exclusivamente.

Nos dice nuestra querida Marcela Lagarde que nos han hecho creer que la soledad es negativa. La soledad puede definirse como el tiempo, el espacio, el estado donde no hay otros que actúan como intermediarios con nosotras mismas.

El sentimiento de soledad es angustioso y liberador a un tiempo. Hemos perdido una gran batalla porque se nos ha negado la palabra en múltiples ocasiones, se han hurtado debates, propuestas, se nos ha enjuiciado sin escucharnos siquiera. "Nada ni nadie nos alejará de nuestros objetivos" decía alguien. Perfecto, contestaban otras. Y yo pensaba que no hay objetivo mayor, más prioritario que escucharnos las unas a las otras, comprender razones o al menos intentarlo, mirarnos y acompañarnos hasta en la incomprensión. Pues no. Ahora no toca, como en política. Doce horas de activismo en la calle y ni una sola para escuchar a las compañeras. Otra manera de verlo. Otra manera de actuar: exclusión, negación, dogmas. Y este presente es consecuencia de un pasado: ya es tarde. Penosa gestión de un conflicto que se veía venir.

Al menos temporalmente y en mi caso la soledad es completamente necesaria.

Ahora sí que me voy. Felices vacaciones a la buena gente.



sábado, 1 de julio de 2017

El Orgullo por la Diversidad en Orihuela





Su amor no daña. Tu odio sí.

Ayer convocó el Círculo LGTBI de Podemos Orihuela un acto por la diversidad y el Orgullo de ser como somos o quienes somos.
Me alegraba ver a personas que militan en diferentes partidos, pero que se sumaban a una causa que debe estar por encima de todos ellos. Ojalá el año que viene convoquen el resto de partidos y asociaciones por la diversidad, por los derechos de las personas cuyas vidas son más difíciles de vivir a causa del odio que genera lo diferente. Visibilizar para normalizar es imprescindible.

"Yo era un misterio anatómico, una pregunta que quedó sin respuesta" dice el poeta Lee Mokobe.

Doy con este libro "Mujeres libres" y pienso que no soy libre, que estoy perdiendo mi libertad día a día, momento a momento. Callar por estrategia, callar por hartazgo, callar por liberarte de la toxicidad. Y mientras tanto prenden discursos cargados de mentiras, manipulaciones y juicios de valor, juicios de intenciones.

Libertad de pensamiento y libertad de expresión desde el amor. Porque el amor no daña y el odio sí.