martes, 30 de marzo de 2010

Día de las mujeres. Año 2010

















Finalizaron los actos por el Día de las mujeres y nos sentimos satisfechas al ver los resultados de nuestro trabajo. Una vez más la coordinación fue el motor que hizo avanzar los acontecimientos sucedidos en estos tres días. Gemma Lienas nos habló de la violencia en las relaciones y nos acercó a su extensa obra escrita en clave feminista para todas las edades. Sé de amigas que ya han leído, comprado o regalado el Diario violeta de Carlota, por poner un ejemplo.
Amelia Valcárcel nos habló del trabajo de investigación que está llevando a cabo sobre las religiones. Referencia imprescindible fue Hablemos de Dios, libro escrito en colaboración con Victoria Camps y que ya hemos descargado, impreso, encuadernado y puesto a disposición de las socias de la Asociación en Entretodas. No quiero pasar por alto el agudo y fino sentido del humor del que pudimos disfrutar en una velada casi improvisada.
Ángeles Cáceres nos habló del tratamiento de la mujer en los medios bajo el punto de vista personal-profesional y como mujeres encorsetadas en un estereotipo en el que se ceban televisiones y personajillos cutres sin que, parece ser, haya remedio.

Presentamos nuestro tercer número de Mujeres Claras- nuestra revista- con la que esperamos contribuir a la reflexión y la denuncia, así como avanzar en la causa del feminismo que no es otra que la causa de la Igualdad.

sábado, 13 de marzo de 2010

Pequeño cambio. Mujeres ante la crisis

Por causas ajenas a nuestra voluntad de ha producido un cambio en el orden de las mujeres que vendrán al Aula CAM, lo cual afecta un poco a todo. Queda así:

Lunes, día 15: Gemma Lienas y presentación de la revista Mujeres Claras. Después tomaremos algo en Entretodas.

Martes, día 16: Amelia Valcárcel.

Miércoles, 17: Ángeles Cáceres.

jueves, 11 de marzo de 2010

Mujeres ante la Crisis: Gemma Lienas, Ángeles Cáceres,Amelia Valcárcel



Ángeles Cáceres




Gemma Lienas
Amelia Valcárcel
Los días 15, 16 y 17 de marzo celebraremos unas jornadas en colaboración con la CAM de Orihuela que desglosamos a continuación:
a. Día 15: Gemma Lienas nos hablará sobre “Violencia psicológica. Arma letal”. Gemma Lienas es profesora de la Universidad de Barcelona y autora premiada por numerosos libros, entre los que destacamos El diario violeta de Carlota, en el que plantea esa otra manera de ver el mundo a través de las “gafas violeta”, que no es otra que la causa del feminismo. Escribe para personas de todas las edades.
b. Día 16: Ángeles Cáceres, periodista y escritora, colaboradora habitual en medios nos hablará sobre “El tratamiento de la mujer en los medios de comunicación”. Una mirada en profundidad sobre los diarios o revistas habituales nos muestran la desigualdad flagrante que soportamos las mujeres por el hecho de serlo. Tras la conferencia presentaremos nuestra tercera revista Mujeres Claras.
c. Día 17: Amelia Valcárcel, catedrática de filosofía moral y política tiene una trayectoria amplia en publicaciones y compromiso con el feminismo. Desde su conferencia, “La ley del agrado”, nos conoceremos mejor y entenderemos muchos de los porqués que no alcanzamos a ver desde una mirada superficial.
Os esperamos

*Todos los actos programados en colaboración con la CAM tendrán lugar en el Aula CAM de Orihuela a las 20:15 de la tarde.

lunes, 8 de marzo de 2010

En el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres

y en pleno debate sobre Custodia compartida, es bueno leer un argumentario tan claro.
El próximo 8 de marzo se conmemora, como cada año desde la primera década del siglo XX, el día internacional de la mujer trabajadora (un adjetivo que tal vez esté de más, ya que la mayoría lo son). Ese día reconoce la lucha de las mujeres en la reivindicación de sus derechos y libertades como personas y como ciudadanas y recuerda que, incluso en los países más avanzados, todavía queda mucho por hacer en ese sentido.
En cien años, las mujeres españolas hemos conseguido el derecho a votar, a la formación universitaria, al control de la fecundidad, a la libertad sexual, al trabajo remunerado, a tener y a administrar nuestros propios bienes; logros innegables, pero con muchas grietas -poca representatividad femenina en los escalafones más altos de la vida pública, tres veces más paro entre las universitarias que entre los universitarios, niveles salariales más bajos y, consecuentemente, mayor exposición a la pobreza para las mujeres, escaso reconocimiento de todo lo que hacen o dicen ellas…- por las que resbala esa anhelada igualdad.
A mi modo de ver, el siguiente frente en la lucha por la no discriminación femenina es la repartición al 50% de todas las tareas comprendidas en lo que se conoce como el tiempo del cuidado, dedicado al hogar, las criaturas, las personas enfermas y las ancianas.
Y es que del actual desequilibrio en este repartimiento se derivan, para las mujeres, otros: jornadas laborales a tiempo parcial, menor posibilidad de promoción, salarios más bajos, puestos de trabajo menos estimulantes y más precarios…
Los varones pueden y deben ocuparse, entre otros, del cuidado del hogar y las criaturas no sólo a partir del divorcio, como reclaman las plataformas de padres separados, sino también y sobre todo desde el mismo momento en que van a vivir con su pareja. Por ello es bastante incomprensible que esas mismas plataformas que reclaman la custodia compartida no exijan también el permiso de paternidad obligatorio. Sería lo lógico, ¿no?
Habrá quien considere que los varones, como machos de la especie, no están preparados para ocuparse de la prole y que el instinto maternal sólo es femenino. Y, desde luego, biológicamente son las mujeres quienes están capacitadas para gestar y parir las criaturas, proceso durante el cual los varones sólo participan de manera vicarial. Precisamente esa diferencia de rol biológico ha sido el argumento utilizado a lo largo de los siglos para mantener a las mujeres como cuidadoras, lo que no ha hecho más que reforzar este aparente instinto. Y es que ahora ya se sabe que el tal instinto maternal no es más que la liberación de oxitocina, una hormona que favorece el apego.
A muchas mujeres, la oxitocina les entra en tromba en el torrente sanguíneo durante el parto o con la subida de la leche y, saturadas por la hormona del amor, la interpretan como el famoso instinto. A otras, sin embargo, la oxitocina no se les libera de forma brutal sino lentamente a lo largo de los primeros meses de ocuparse del retoño. Exactamente como les pasa a los hombres que deciden compartir a medias con su pareja el rol de cuidadores de la prole desde el nacimiento. Es decir que la cultura está llevando a los varones a experimentar el instinto maternal. Y es que nuestra especie, el homo sapiens, ha evolucionado más por la selección cultural que por la natural, lo que es un caso único entre todas las especies animales. Un ejemplo de ello sería el control de la fecundación por parte de la hembra, es decir, el uso de los medios anticonceptivos.
Cuenta el antropólogo Eudald Carbonell en su libro El sexe social, que cuando disminuye el dimorfismo sexual (y en el caso de la especie humana es muy reducido), "se equiparan los roles sociales y culturales entre ambos sexos, y crece la complementariedad y la simetría en las relaciones entre el macho y la hembra."
Un paso más en esa evolución y en esa equiparación de roles, que nos mejora como especie, sería sin duda que los varones se incorporaran sistemáticamente al tiempo del cuidado.
Artículo publicado en El País