domingo, 13 de febrero de 2011

Del poder de las influencias

Recuerdo que hace muchos años, cuando se estaba iniciando una construcción el lo que era el antiguo Zara, alguien me dijo que la constructora había cogido metros que pertenecían por ley a los márgenes del río. Hablé entonces con una persona cercana a la Confederación Hidrográfica del Segura y me dijo que ellos no actúaban si no había denuncia previa. Pero, ¿la Confederación no tiene unos sistemas de control, unas inspecciones periódicas, un "deber" de velar por el cumplimiento de las leyes, de intervenir ante la mínima sospecha?, pregunté. Me respondieron que el que viese una anormalidad, que denunciase. Y se acabó.
Y se acabó. Así de sencillo.
Recuerdo que quien me aportó la información pertenecía a un partido político y regresé con el parte. Y tampoco se actuó. Entonces todo lo veía fácil: intervención del partido en cuestión, intervención de la Confederación... Unos y otros tenían los medios de los que carece una persona de a pie. Desconocía el poder de las influencias para evitar que se muevan las cosas; y la impunidad de dejarlas estar. Pero lo aprendí en aquel momento.

Recuerdo esto ahora porque leo los litigios interminables a los que se enfrentan los grupos ecologistas para evitar desastres medioambientales. "Solo pedimos a las administraciones públicas que realicen su trabajo, que controlen y que hagan cumplir la ley. Y a los tribunales, celeridad. Parece absurdo que lo tengamos que hacer nosotros, pero así es", dice Mario Rodríguez de Greenpeace.

Leo también que los bancos pactaron con la sra. Krchner la concesión de créditos baratos antes de las elecciones en el convencimiento de que nadie supervisaría posteriormente si se concedían o no. "Los bancos firmaron porque el presidente de la Asociación de Bancos les aseguró que el Gobierno sólo quería titulares de prensa y nunca comprobaría si los préstamos habían sido emitidos.

En cuanto a lo municipal también me sorprende que la Caja del Mediterráneo, dentro de su Obra Social, aporte 200.000 euros para difundir la Semana Santa de Orihuela. Y mientras, nuestra asociación rogando que nos perdonen los 30€ de mantenimiento de una cuenta.

No es demagogia: es la mente que va y viene.

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