Las posibilidades que se abren en Orihuela, tras tantos años de un Partido Popular con unas prácticas y unas evidencias que sonrojan a gran parte de la ciudadanía, al día de hoy están intactas. En toda negociación se debe tener claro el objetivo y, bajo mi punto de vista, no puede ser nunca "yo, o el caos". Se pide en las calles y en los foros. Tenemos la oportunidad histórica de demostrar que se puede gobernar de otra manera, que pueden entrar los vientos del pueblo al ayuntamiento y regenerar lo público.
No existen muchas oportunidades que nos permitan demostrar quiénes somos, renunciando, si es preciso, a una parte de lo que nos corresponde por un bien mayor para la comunidad. Si no somos capaces de cambiar las cosas ahora, este pueblo noble y manipulado seguirá otros tantos años convencido de que emitir un voto bajo precio o presión es todo lo que puede hacerse en una democracia.
No existen muchas oportunidades que nos permitan demostrar quiénes somos, renunciando, si es preciso, a una parte de lo que nos corresponde por un bien mayor para la comunidad. Si no somos capaces de cambiar las cosas ahora, este pueblo noble y manipulado seguirá otros tantos años convencido de que emitir un voto bajo precio o presión es todo lo que puede hacerse en una democracia.
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