sábado, 21 de octubre de 2017

Tenemos derecho a ser felices, a intentarlo al menos




Begoña me deja este libro. Sabe que ahora estoy, estamos en la década del 20/30, sabe qué avidez tenemos por conocer rostros, lugares anécdotas de nuestras mujeres. Descubre este libro que compró en la Residencia de Señoritas y, casi sin leerlo, me lo pasa. Están casi todas, bueno, no, eran tantas... Pero conocemos a muchas, las relacionamos, una completa a la otra con la información que posee, el entusiasmo se abre camino y el efecto multiplicador es un hecho.
"Que la vida iba en serio/uno lo empieza a comprender más tarde" nos dejó Gil de Biedma en unos versos que vas haciendo tuyos un poco más cada día, un poco más...
Y llega la determinación de ser felices, de intentarlo al menos. Decía Carmen de Burgos que lo hermoso es "sentir la vida", sentirla en todas sus dimensiones, en el placer, en el dolor, en el trabajo y el ocio...Cuántas grandes que albergaban grandes ideas, escasos prejuicios...
Tenemos derecho a ser felices, a intentarlo al menos, y para eso hemos de buscar el mejor espacio posible donde las ideas germinen y se desarrollen.Y ahí andamos.


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