sábado, 23 de junio de 2007

Nos estamos dejando la piel

A menudo escucho esta expresión en boca de políticas y políticos y me parece obscena. Ayer le tocó a la alcaldesa de Orihuela y enseguida me vino la imagen de una hilera de hombres y mujeres doblados en un bancal junto a la carretera de Hurchillo. Eso sí es dejarse la piel Yo iba en mi coche, con aire acondicionado, eran las dos de la tarde, 34º. También pensé en los sindicatos de clase, ¿qué clase?, y en sus silencios frente a las tropelías y abusos que, demasiadas veces, se cometen contra los inmigrantes. Dicen algo, pero callan más.

También ayer ponía El Roto, en su viñeta diaria, palabras a un obrero de la construcción: ¿y cómo voy a saber yo que soy un proletario si vengo en coche a trabajar, hablo por el móvil y tengo un chalecito? Tal vez la terminología esté obsoleta, pero no la explotación. Estamos asistiendo a la descomposición del sistema, no existe lo que no se contabiliza, existen trabajos muy duros, y cuanto más duros peor pagados. Y, por lo menos, la clase política debería cuidar más un lenguaje que, por historia y por presente, pertenece a sectores olvidados y desfavorecidos.


Los derechos humanos... ¿Los escribió Esopo? (Mafalda)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No se muy bien lo que es un proletario pero me imagino que es algo asi como un pobre de toda la vida. Se me ocurre preguntaros una cosa por si alguien se atreve a responder:¿porqué hay pobres que votan al pp?

Anónimo dijo...

Proletario viene de prole, m.l. Era todo el patrimonio que un pobre de solemnidad podía tener: su prole. Ese término le heredamos de los romanos. Y sí, llevas toda la razón: ¿ por qué hay pobres que votan el PP?
Las respuestas darían para un ensayo.

Anónimo dijo...

Los gobiernos tal vez no dispongan de dinero suficiente para carrteras, viviendas sociales o para importar equipos sanitarios de ultima generacion, pero siempre hay fondos para rehabilitar los edificios del poder, para renovar el mobiliario de los despachos y las flotas de los automoviles oficiales.
Si el Estado con todo su poder, no consigue erradicar la inseguridad ciudadana es porque esa inseguridad, debidamente controldad, beneficia al poder, porque los ciudadanos tienden a encerrarse n sus hogares y a someterse ante la inseguridad y el miedo. Si el poder no logra que los ciudadanos participen en la politica no es porque la gente no quiera comprometerse, sino porque los politicos desean, realmente, el monopolio de la politica. Si el gobierno no elimina la desigualdad y si no regenera la democracia es porque no esta interesado en conseguirlo.En realidad, hay un solo medo de que un politico caiga en desgracia:ccuando otro mas poderoso lo quiere perjudicar. Pero hasta ese riesgo esta siendo neutralizado por un creciente corporativismo politico que todavia envilece mas el sistema

Nuchi Belchí dijo...

¿Adónde van los comentarios cuando se pierden los comentarios?

Había contestado a tus argumentos, Observador, y ahora veo que no queda nada. Hablaba de los movimientos ciudadanos, de si sería posible la regeneración de los partidos desde dentro o era de ingenuas pensarlo. Hablaba de nuestra responsabilidad como pueblo, de cómo ejerceríamos esa responsabilidad.
Porque me niego a quedar como mera espectadora. Sé que estamos ante muros y estructuras de poder infranqueables a veces. pero sé que podemos, debemos hacer algo.

A ver si sale esto ahora.