Su visión del mar siempre había sido desde la otra orilla. Se sentía seguro, bien amarrado a tierra como las raíces de un árbol centenario. Una noche, su hijo pequeño dijo, papá, ¿hoy tampoco cenamos? Su mujer lo miró con una mezcla de rebeldía y cansancio. Entonces decidió adentrarse en el mar. No tenía miedo ya que el tamaño de su pena lo ahogaba. Un viento de tramontana enfureció el agua que, de un golpe seco, derribó la patera. Cayó en medio de un mar plata, notó como el agua derivaba su trayecto hasta pasar a sus pulmones. Lo último que pensó mientras descendía a lo profundo fue que, tal vez sus hijos o los hijos de sus hijos, aprenderían a nadar algún día.
Mientras tanto miles de telescopios en el primer mundo miraban hacia la luna. En breve tendría lugar el eclipse.
Más de cien inmigrantes desaparecen en su travesía hacia Canarias
Veinticinco personas, únicos supervivientes de un grupo de 127 que intentaba viajar clandestinamente a las Islas Canarias en un cayuco, han sido rescatados cerca de la ciudad senegalesa de Saint-Louis por unos pescadores que faenaban en la zona, informó este domingo la radio Sud FM.Todos los rescatados este sábado ya han sido ingresados en el hospital de Saint-Louis y se encuentran en "estado estacionario", dijo a la emisora el médico jefe del centro, Demba Dieng.Según explicaron los supervivientes de la frustrada travesía, en la que la embarcación se dio la vuelta dos veces, la mayoría de sus compañeros murieron ahogados, mientras que el hambre y la sed acabaron con los demás.
(17 - 12 - 2.006. Canarias Ahora.es)
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