viernes, 18 de mayo de 2007

Socialistas con memoria histórica

No, no, no, no... No están en la cárcel, aunque las tres recuerdan muy bien sus historias carcelarias. Están en la Casa Museo Miguel Hernández y esperan a Zapatero. María ha escogido una rosa roja para el Presidente. Zapatero representa la reparación al dolor y humillaciones del pasado. Sus historias no morirán con ellas, porque nosotras, sus hijas y sus hijos, no olvidaremos. Y tampoco lo permitirá un Gobierno que, con una Ley de Memoria Histórica, nos acerca a esa reparación.
Maruja, a la izquierda, sacó en el fondo de su capaza -imagino que con temblor en el alma- algunos poemas de Miguel tras visitarlo en la cárcel. María recuerda cómo Miguel la elevaba hasta casi tocar el cielo, cuando el cielo todavía estaba en su sitio. Catalina recuerda a su hermana con su primogénito muerto y su marido en la cárcel ¿Tan malas personas somos, se preguntaban, que no puede salir un padre a enterrar a su hijo?
No. No olvidaremos.
Escribo para esa mujer sedienta de justicias
y de honras.
(Atanasio Die Marín)

Gracias, Atanasio, Ana, Antonia, mujeres y hombres socialistas de Orihuela. Gracias de corazón.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Nuchi por hacernos valorar aún más lo conseguido por Zapatero en esto años de gobierno...que serán muchos más!!!!

Anónimo dijo...

Menudas personas las de la foto!!!Gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Encarna. Gran parte se debe a ti, a tu desparpajo y decisión :-)

Anónimo dijo...

Yo vi a Zapatero en Orihuela, es verdad que estuvo. Era por la tarde y el sol cancerígeno de mayo caía de punta sobre la Orihuela sociata. En una ventana de Santo Domingo refulgía un folio blanco en el que, forzando la vista, podía leerse: "Zapatero dimisión". Un municipal pronosticaba que los periodistas aparecerían de culo, y mandaba al pueblo a que por favor se les dejase un hueco; pero el pueblo, ay, miraba impertérrito al munipa sin ceder un centímetro en sus posiciones.
En la puerta de la casa del poeta aguardaban, ordenadas y pacientes como un abanico, las cinco mujeres. Primero se vio llegar a la turba de periodistas corriendo de culo, tal y como la autoridad había vaticinado. Detrás venía Zapatero inmerso en el cuerpo social y con el cuello rojo de carmín feminista; pero pasó como un viento por delante del quinteto sin verlas siquiera, y allí quedaron nuestras heroínas en la puerta, con el pulso parado en las seis y media. Ya parecía que el presidente azul las había olvidado, pero ahí que uno de los pajes salió a la puerta y les dijo: "venga para adentro, que ha venido por vosotras". Y así las mujeres fueron entrando una a una en el palacio fastuoso y hambriento de la poesía, reivindicadas por algún publicista que ignoraba sus nombres.
En la capital del dolor que es esa higuera y ese patio, Zapatero las conoció, les confesó que estaba emocionado como un adolescente enfermo de literatura, y de ese modo se fue poniendo a la sombra de los frutos maduros, mientras una gitana en bata contemplaba la escena desde su terraza. Ya para entonces nadie ignoraba que zapatero había incumplido su promesa. Es cierto que había venido, pero lo había hecho para comerse un higo con esas mujeres simbólicas, que en la fantasía de Zapatero salen del trabajo y se van a Murcia volando sobre una pancarta que alguien les dio, cargadas con un mensaje insistente que en sus manos era más bien como una nota de amor pasada de estrangis.
Mola ver cómo el poder no se digna a hablar directamente con el vulgo, sino que antes prefiere emplear algún tipo de gesto. El psoe de Orihuela es una especie de lumpenproletariado de la política que no tiene ni concejales que lo representen, lo cual quiere decir que lo tiene todo por demostrar, como cualquier desconocido. He aquí un gesto del temible Zapo. Un gesto iniciado en este blog.

Anónimo dijo...

¿Cómo saber que es cierto lo que dices, lo que cuentan esas cinco mujeres? ¿no será una fantasía de ellas que del mismo deseo alimentado a golpe de móvil creyeron que,efectivamente, habían estado en el huerto? No vi en ningún medio referencia alguna a esas mujeres; no encuentro documento fotográfico que certifique ese hecho ¿no será, una vez más, "cosa de mujeres"?

Anónimo dijo...

No hay documentos porque Zetapé vino a Orihuela como un auténtico sinpapeles. Se bajó del cayuco en la puerta de santodomingo y atravesó el mar rojo de Orihuela al estilo de Moisés acosado por los egipcios. Si al menos hubiera habido una valla, los periodistas, que andaban de culo, podrían haberle sacado un buen plano o una declaración jugosa, y así la cosa hubiera podido salir en la tele, pero Zapo venía sin protecciones y dispuesto a quedar embarazado de medio pueblo. No hay datos que documenten su movida con las cinco mujeres porque ese gesto fue estrictamente para consumo interno. El huerto del poeta fue también el patio cruel del partido.

Anónimo dijo...

Ahora sí que hay datos. No entiendo muy bien qué extraña cosa permite "ora no datos, ora datos". Sería interesante desentrañar un proceso lineal, aséptico, pero con evidentes recovecos por donde la vida prende :-)

Porque la vida prende en cualquier parte. Y la prueba está en estas mujeres resucitadas :-)
Y quédate por aquí un rato. No pases de largo porque es un gusto conversar contigo.

Anónimo dijo...

Que por arte de magia aparezca "ora datos", se entiende porque quien decide qué es consumo interno, tiene amago de sentimiento de culpa. Y en ese amago, debe haber recordado que ZP hizo un reconocimiento mayor a esas 5 mujeres, que la propia agrupación socialista de Orihuela. Vergonzoso, pero así son las cosas.
Ni una palabra tampoco en el blog de Antonia.