Ha muerto una mujer que salvó a más de 2.500 niños y niñas del Holocausto en la Segunda Guerra Mundial. Spielberg consideró interesante llevar al cine a Schindler, pero no hubo nadie que considerase interesante llevar la vida de esta mujer a ningún sitio. Murió ayer y apenas se hizo eco algún medio de comunicación. Recordaba a la Jurado, o a Carmen Ordoñez así como lo que nos decía Marchioni el sábado: el fracaso es nuestro. La juventud es el reflejo.
Entre los años 1940-1943 ayudó a cientos de niños y niñas a escapar del gueto de Varsovia, los escondía, los transportaba por alcantarillas en bidones, maletas o cualquier otra forma imaginable y los entregaba a familiasen adopción. Hasta que fue descubierta y torturada salvajemente. Le rompieron los pies y las piernas, a consecuencia de lo cual no volvió a caminar con normalidad, pero no dijo una palabra sobre el paradero de las criaturas. El mismo día fijada para su ejecución, Irena fue rescatada por la resistencia. La lista fue entregada a las autoridades israelíes al final de la guerra.
Podría haber hecho más, era su lamento más repetido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario