Nació y murió un cuatro de febrero con ochenta y cuatro años de intervalo entre los cuales tuvo una vida intensa y fructífera. Hoy hace un año de su muerte.
Estudió psicología en Berkeley. Su obra más emblemática, La mística de la feminidad, es considerada como un referente imprescindible para la configuación del movimiento feminista de la década de los 7o. Su trabajo de campo dentro de la psicología y sus incisivos diagnósticos sobre la situación de la mujer es el complemento perfecto a las reflexiones de Simone de Beauvoir en El segundo sexo.
«La mujer que no tiene ningún otro objetivo, que no tiene ninguna otra ambición de futuro, de un futuro que la proyecte más allá de los pocos años en que su cuerpo puede realizar la función biológica específica, comete una suerte de suicidio […] La mística femenina ha enterrado en vida a millones de mujeres norteamericanas. Estas mujeres no tienen otra manera de salir de sus confortables campos de concentración que a través de la realización de un gran esfuerzo –aquel esfuerzo humano que va más allá de la biología, más allá de las estrechas paredes del hogar, para contribuir a la formación del futuro".
(La mística de la feminitat. Trad. Jordi Solé Turá)
No hay comentarios:
Publicar un comentario