Murasaki Shikibu nació en el año 973 y murió cuarenta años después. Quedó viuda a los dos años de casada y pasó a trabajar en la corte, como dama de compañía de la emperatriz Akiko.En su corta vida tuvo tiempo para dejarnos una de las obras cumbres de la literatura japonesa.
En la novela se narra la historia del príncipe Genji a lo largo de setenta y cinco años y desde el comienzo notas que son otros los ritmos en esta manera de contar. A lo largo de la narración se intercalan tankas (poemas cortos) que encajan con naturalidad en el cuerpo de la obra y la dotan de una dimensión añadida. El paisaje no es algo estático sino dinámico, el aire en movimiento, la naturaleza viva, en algún momento sientes una especie de veneración o respeto profundo ante las letras, las palabras, las ilustraciones, los personajes... Y es ella, es Murasaki Shikibu de la que apenas sabemos nada, y a la vez sabemos tanto. Si tuviese que definir este libro con una sola palabra, ésta sería delicadeza.
Es muy triste que las flores caigan con tal rapidez;
no obstante, ¡oh primavera huidiza,
vuelve y cubre la ciudad con la elegancia de tus pétalos!
1 comentario:
Gracias
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