Educación para la Ciudadanía

La burla, el esperpento y la más descomunal falta de respeto viene de la mano del presidente Camps y la asignatura Educación para la Ciudadanía. Es peor que una oposición frontal y razonada- si tuviesen razones-. La decisión de impartir esta materia en inglés es la muestra de hasta dónde son capaces de llegar. Cincuenta años de adoctrinamiento católico, y lo que te rondaré, no les mueve una pestaña, pero hablar en las aulas de valores democráticos, respeto a las minorías o justicia social. Eso... en inglés. La primera vez que escuché esta aberración me parecía un chiste malo. Hoy sé que semajante disparate salió de una mente enferma y no ha habido nadie capaz de contrariarla.

Escribí esto hace un par de meses en algún sitio y hoy regreso de nuevo ante la evidencia de que la cosa va en serio. Cuando leo en el País que se están enviando inspectores para comprobar la disponibilidad del profesorado de inglés reconozco que pierdo un poco el equilibrio mental. Entro en las Cortes y compruebo que se trabaja por comisiones (Si quieres que algo no funcione, nombra una Comisión) y os juro que no me explico qué hace mi grupo que no ha iniciado ya un encierro con huelga de hambre incluida para parar esto.

Hoy se cumplen 18 años desde que la OMS suprimió la homosexualidad de una lista larga de enfermedades. Si algo suena en esta clase política oxidada que nos gobierna es que se debe quitar este tema del temario. Lo único bueno de todo esto es que tal vez mis descendientes, dentro de un par de generaciones, se encuentren con artículos de su bisabuela en pleno vigor y se ahorren el trabajo de la elaboración de denuncias.