Reconozco que es mucho lo que últimamente me ha sacudido. El asunto de las miembras y de cómo los miembros desde diferentes ángulos se nos han echado encima con verdadera saña, me tiene algo alterada. Estoy cansada de chistecitos facilones sobre el lenguaje. El lenguaje se mueve como todo lo que compone el mundo conocido. Nada está quieto, señores de la RAE y, quieran o no, con o sin su permiso, declaro ser miembra de diferentes asociaciones, plataformas, oenegés y un largo etcétera. Hasta ahora todo han sido sociedades de hombres: masonería, armaos, ministros, académicos, o juntas de cualquier cosa. Pero ahora somos hombres y mujeres los que conformamos esta sociedad nuestra, y cuando digo nuestra, digo de mujeres y de hombres, algunos en un plano de igualdad; otros, renegosos, malumorados y mirando de lao. Pero así son las cosas. Y si lo que componemos es una asociación de mujeres exclusivamente, pues somos miembras .
Y paro ya con este tema porque mientras andamos enredadas con el lenguaje, olvidamos a la Iglesia y tampoco es cuestión, pues al día de hoy me tienen fichada como miembra y como miembra protesto por la noticia que nos llega de la mano de la Plataforma en Defensa del Patrimonio Navarro según la cual, lean, lean:
Entre los años 1998 y 2007 la Diócesis de Iruñea ha inscrito a su nombre 535 templos parroquiales, 167 ermitas, 8 basílicas, 42 casas y viviendas, 25 locales comerciales, almacenes, garajes y locales diversos, 2 atrios, 7 cementerios, 102 fincas, solares y terrenos, 31 pastos, prados y helechales, 12 viñas, pinares, olivares y arbolados, y 1 frontón. «La Diócesis se ha convertido en la mayor inmobiliaria de Navarra a costa del patrimonio histórico de los pueblos»
Y ahora, reflexionemos y pensemos en esos mimos que se le siguen prodigando a la Iglesia de los pobres.
3 comentarios:
No es que llame la atención que la iglesia se dé a ese tipo de actividades. Lo curioso es que es lo mismo que hacía en la Edad Media, con la diferencia de que antes tenía un poder que los trabajadores del campo difícilmente podían combatir -con la religión circulando más que nunca por sus venas-, y actualmente se le permite, pudiendo evitarlo mediante las leyes que promulgue el gobierno democráticamente elegido por todos y, además, laico.
Sobre el tema del género en el lenguaje, es triste que la RAE tenga 43 miembros y 3 miembras; con ese detalle -enorme- queda explicado todo.
La vergüenza del lermismo en mi blog. Un saludo.
La vergüenza del lermismo en mi blog. Un saludo.
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