Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo.
(A. Pizarnik)
Porque no estamos solas.
Porque la insensibilidad de la clase política no debe más que enseñarnos a cómo no queremos ser.
Porque no toda la clase política es insensible. Y tú lo sabes.
Porque hay sonrisas que amargan, pero las hay que endulzan.
Porque seguiremos reivindicando colegios nuevos con vigas firmes para todos los pueblos de la tierra.
Un abrazo
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