Recuerdo la primera vez que escuché en la radio al señor Losantos. Fue al día siguiente de las agresiones sufridas por Santiago Carrillo en la librería madrileña Antonio Machado. Nunca había escuchado a este señor, pero el tono, la forma y el fondo eran tan zafios, insultantes y agresivos que pensé estar asistiendo en directo a lo que sería un rosario de querellas por parte de los insultados, entre ellos el Ministerio del Interior. Sí, porque llegó a decir que los ultras, esa extrema derecha que boicoteó el acto venía desde el mismo Ministerio del Interior.
Y no pasó nada. Nada de nada.
Y la suma sigue creciendo con nuevos sumandos: mire usted, para ser presidente deberían exigir algo más que ser mayor de edad y tener el carnet de identidad.
Lo peor del ser humano sale cada mañana desde una emisora católica. Y luego hablan de pornografía.
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