He tenido la posibilidad de ver esta polémica obra y me ha parecido muy buena. Leo Bassi se nos está vendiendo como un gran provocador, pero yo no lo vi así. Lo vi como una persona sensible, un pensador, un flilósofo, un poeta y un gran defensor de un estado mundial laico. Un agitador de conciencias, apasionado, rotundo, claro.
Mientras lo veía pensaba en la inmensa responsabilidad que tenemos antes de alinearnos con una opinión. Tenemos el derecho, pero también el deber de informarnos. La suspensión de esta obra en Madrid me parece ahora un brutal atentado contra la libertad de expresión, de pensamiento. Y el intento de asesinato por parte de algún o algunos iluminados lo más parecedo a la Santa Inquisición.
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