Dos noticias reclamaron ayer mi atención: una era el anuncio a bombo y platillo que nos daba Unicef sobre la bajada de mortalidad infantil. De diez millones se pasaba a nueve setecientos. Como para tirar cohetes, pensé. La otra, que les llevó a los señores de la ONU nada menos que veinte años sacarla adelante, trata de la regulación de los pueblos indígenas; pero, ojo, ni es vinculante, ni firma dicho acuerdo Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Australia. Ya me dirán para qué sirve entonces, aunque el secretario general de la ONU ha calificado el hecho de "momento histórico".
En la prisión de Temucho- Chile- y en otras del resto del territorio, hay encarcelados un grupo de mapuches por defender sus tierras(walmapu). Ahora, sus mujeres, tras una huelga de hambre seca que casi acaba con ellas, han conseguido algo, unos mínimos. A ver si con este flamante acuerdo, estos mínimos dejaran de referirse a la integridad física de presos y presas para pasar a reconocerse el derecho a sus tierras.
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