No se sabe si es a causa de la maldición de Zeus porque no quisieron asistir a sus bodas, o si es la causa de la maldición de los créditos hipotecarios de las entidades financieras con sus TAES, seguros, comisiones, pero lo cierto es que se ha multiplicado enormemente la subespecie de "los hombres y mujeres tortuga", que, si quieren casarse, están condenados a llevar la casa encima de los hombros toda la vida.
Mariano González Mangada- Fábulas de entretiempo- Cuervo Ingenuo
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