Ya casi había olvidado este formato, este inmenso y minúsculo espacio de encuentro donde ordenar un poco mi pensamiento.
Pensaba por dónde empezar después de dos meses; dónde poner el acento tras tantos acontecimientos de índole mundial, nacional, local o personal. Y es difícil ¿Por qué anteponer la situación de la mujer en Afganistán al terremoto devastador en Perú?, ¿Y cómo obviar la experiencia vivida en Cuba por el despilfarro de nuestro Ayuntamiento contratando a una mujer que encarna toda la frivolidad y artificio que concebir puede una cabeza normal? Mientras el mundo gira, nuestro pequeño mundo intenta no ver ni escuchar la terrible situación que se vive en África, la llegada de cayucos con vivos y muertos, las redes internacionales y nacionales de explotación. No se nos encoge el ombligo en defender unos valores que sabemos andan bien, pero que bien enredados en un sistema hipócrita y perverso.
Leí por algún sitio que Karl Rowe, el asesor despedido de Busch, dijo una vez: "ahora somos un imperio; creamos nuestra propia realidad".
Asusta, no me digáis que no.
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